El beneficio de vacunos en el territorio nacional tuvo un declive de 41 mil 383 reses si se comparan los meses de enero y febrero, lo que se ve reflejado en el bajo consumo del producto en el país.

Conforme con las cifras publicadas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, Dane, en su informe bimensual del sacrificio de ganado en el país, se puede observar que el número de cabezas de ganado inmoladas en el mes de febrero se redujo considerablemente comparado con el primer mes del año 2014.

De acuerdo con los resultados de la investigación, en enero se sacrificaron 352 mil 043 reses, mientras que en febrero solo se inmolaron 310 mil 660 semovientes, lo que representa un decrecimiento de 11.7%. (Lea: Consumo interno de carne disminuye, pero exportaciones suben)

De acuerdo con Cielo Sierra Vargas, secretaria técnica de la Cadena Cárnica Bovina, pueden existir dos factores por los que se está viendo la reducción de sacrificio de ganado en el territorio colombiano: la salida de ganado hacía a Venezuela y las problemáticas que se tienen hoy por hoy en materia de vías.

“En los departamentos de Cesar y Córdoba es donde más se disminuyeron los sacrificios de reses. Estas zonas son las que más seleccionan animales para exportar. Es decir, si sacamos animales en pie, lo que queda de beneficio es muy poco”, añade Sierra Vargas.

El consumo disminuye proporcionalmente

El reporte entregado por el Dane asegura que el consumo de carne en el país, al igual que el beneficio bovino, disminuyó en el mes de febrero, si se compara con las cifras obtenidas en el primes del año en curso. (Lea: El consumo per cápita de carne bovina en Uruguay supera los 60 kilos por año)

En enero, Colombia consumió un total de 337 mil 165 cabezas de ganado vacuno, mientras que durante el mes de febrero, el país solo destinó 306 mil 450 semovientes para tal fin, lo que representa una disminución del 9,2 %.

Julián Gutiérrez, profesional especializado de la Oficina de Investigaciones Económicas de la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, explica aunque el país importa carnes de otras naciones, el declive en sacrificio de reses se ve reflejado también en la depreciación en el consumo del producto.

“En Colombia, si se reduce el sacrificio de ganado, es decir, la oferta de carne, el consumo interno se reduce también, toda vez que las importaciones de carne, hasta el momento, no son significativas”, añade Gutiérrez.

Esto evidencia que el país necesita comenzar a trabajar más en el repoblamiento bovino y en el mejoramiento de las vías en los departamentos, pues si estos dos ítems obtienen adelantos Colombia podía exportar y movilizar sus reses sin que el consumo de carne decaiga.