El primero de los 4 compartimentos, el rumen, es el encargado de ayudar a los semovientes a sustraer los nutrientes de los alimentos consumidos. Conozca cómo cuidarlo.
El rumen es un gran saco falto de oxígeno que poseen los bovinos. Como los semovientes se alimentan de hierba y de otros vegetales que contienen celulosa, almidón, pectina y hemicelulosa, no poseen enzimas que puedan digerirlos. En este punto, son los microorganismos, tales como bacterias, protozoarios y hongos, los que contribuyen con la fermentación del alimento.
Ramiro Márquez Calle, médico veterinario y zootecnista de la Universidad de Caldas y experto en nutrición bovina, explicó que esta parte del sistema digestivo de las vacas es el más elemental de toda la cadena. (Lea: Fístula ruminal, solución a los problemas digestivos de los bovinos)
“Si un bovino no tiene rumen, sería como un cerdo. Esta es una cámara de fermentación anaeróbica que, con sus bacterias y hongos, permite que la fibra del alimento se convierta en carbohidratos digestibles y proteína”, apuntó Márquez Calle.
De igual forma, el experto señaló que gracias al rumen una vaca es capaz de sobrevivir con una fibra como el pasto y logre tener una productividad, ya sea láctea o cárnica, dependiendo de la explotación. (Lea: El ganado también sufre de acidosis, conozca cómo controlarla)
“Si un animal monográstrico se alimentara solo de pasto, se moriría. Pero gracias a las bacterias y a los hongos del rumen en los bovinos, se pueden aprovechan los materiales fibrosos de los forrajes”, ultimó el experto en nutrición.
Por su parte, María Alexandra Torres Artunduaga, médica veterinaria de la Universidad de La Salle con un doctorado en zootecnia en la Universidad Federal de Minas Gerais en Brasil, acotó que si el rumen se afecta, se daña la cadena digestiva. (Lea: Timpanismo, un trastorno digestivo de cuidado en sus reses)
“El rumen tiene que funcionar muy bien. Como las bacterias son anaeróbicas, es decir, trabajan sin aire, la fibra se degrada sin ácidos acético, propiónico y butírico. Todo es un mecanismo beneficioso para los ganados”, señaló Torres Artunduaga.
Asimismo, la zootecnista evidenció que la fórmula sencilla y perfecta para mantener en estado óptimo el rumen de los semovientes es preservando una dieta equilibrada entre forrajes y granos. (Lea: La importancia de los ionóforos en la dieta bovina)
“La dieta se debe basar en fibra de buena calidad con un 60 % y un 40 % de una mezcla de granos, almidones y proteína para complementarse”, concluyó María Alexandra Torres.
De las 4 cavidades que tienen los bovinos, retículo, omaso, abomaso y rumen, este último es el más importante en la digestibilidad de las vacas. De allí la importancia de cuidarlo y preservarlo.