Life green Sheep es el nombre del proyecto con el que buscan reducir la huella de carbono en la Unión Europea y que involucra a más de 1600 ganaderos.
El proyecto LIFE green Sheep, financiado por la Comisión Europea y coordinado por el Instituto de l’Elevage de Francia, tiene como objetivo reducir la huella de carbono en la ganadería ovina y se dice que es la primera iniciativa de esta importancia en el sector ovino de la Unión Europea.
La meta de la iniciativa es reducir en un 12 % las emisiones de carbono en ovejas en cinco países: Francia, Irlanda, Italia, España y Rumania, los cuales representan el 47 % de la producción de carne de ovino de la UE y el 63 % de la producción de leche de ovino, según el portal Revista Frisona.
Jean-BaptisteDolle, líder del proyecto, dice que “En términos generales, el objetivo del proyecto es demostrar y difundir acciones entre los ganaderos y las partes interesadas para reducir la huella de carbono de la ganadería ovina europea.” Una particularidad del Proyecto LIFE Green Sheep es que busca las acciones más beneficiosas en la reducción de emisiones preservando la viabilidad económica de las producciones. Un enfoque que puede traer resultados rápidos y la atención de los ganaderos que deseen sumarse.
El proyecto, que espera alcanzar su meta en 2025, también pretende demostrar que la cría de ovejas puede ayudar a regular el clima a través del almacenamiento de carbono, las ganancias de biodiversidad y el apoyo a la bioeconomía y que, al igual que la carne de vacuno, la ganadería ovina puede desempeñar un papel fundamental para mitigar los gases de efecto invernadero y combatir el cambio climático.
El primer paso de la iniciativa es desarrollar metodologías y herramientas para evaluar las emisiones de carbono de las granjas ovinas. Entre los más de 1637 ganaderos involucrados en este monitoreo, se seleccionaron 282 fincas para probar la implementación de acciones innovadoras para reducir la huella climática y se capacitó a 143 asesores profesionales para que el Proyecto funcione correctamente.
Seguido de este paso implementarán diferentes planes de acción para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar el secuestro de carbono, como, por ejemplo, el manejo del rebaño para disminuir la mortalidad de los corderos, aumentar la longevidad de las ovejas, reduciendo así la tasa de reemplazo, asegurar una condición corporal adecuada durante el apareamiento y el parto, aumentar la eficiencia reproductiva (fertilidad), entre otros.
En complemento, incluirán otras prácticas que pueden ayudar a los ganaderos a reducir las emisiones de GEI en la cría de ovejas: optimizar el pastoreo, ampliando la temporada de pastoreo, aumentar los forrajes de leguminosas y reducir concentrados proteicos, mejorar la conservación y calidad de los forrajes (ensilados y henos), disminuir el uso de fertilizantes minerales y optimizar el uso de fertilizantes orgánicos.
Según los promotores del proyecto, aunque la mayoría de los criadores de ovejas son conscientes de los problemas medioambientales, los estudios también revelan que existen vacíos de conocimiento entre los criadores de ovejas sobre las mejores prácticas para reducir las emisiones de GEI y por eso es fundamental el aprendizaje continuo para lograr alcanzar la meta del proyecto.