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Foto: campogalego.es

Aunque se asocia con el final de la lactancia, en realidad el periodo seco es el inicio de la siguiente fase de producción de leche.

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El periodo seco en las vacas: una etapa crucial

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969

Durante este tiempo, que abarca las últimas 8 semanas de gestación, se producen cambios fisiológicos en la ubre de la vaca. Es crucial prevenir y tratar enfermedades como la mastitis, la eclampsia puerperal, el edema de la ubre y la cetosis.

El periodo seco en las vacas es una etapa crucial en el ciclo de lactancia de estos animales. Durante este tiempo, que abarca las últimas 8 semanas de la gestación, la vaca deja de producir leche y se prepara para la siguiente lactancia. Aunque comúnmente se asocia con el final de la lactancia, es importante entender que en realidad es el inicio de la siguiente fase de producción de leche.

De acuerdo con Héctor de la Rosa, zootecnista, en diálogo con CONtexto ganadero, durante el periodo seco, ocurren una serie de cambios fisiológicos en la ubre de la vaca. “Las células glandulares que están presentes en la ubre sufren un proceso de regeneración y se preparan para la producción futura de leche.” Según el especialista, este periodo de descanso es esencial para mantener la salud y la calidad de la leche en las lactancias posteriores.


Prevención y tratamiento de enfermedades durante el periodo seco


Un aspecto fundamental durante el periodo seco es la prevención y el tratamiento de enfermedades que pueden afectar a la vaca en la próxima lactancia. De acuerdo con el zootecnista, algunas de las patologías más comunes que se pueden presentar en este periodo son la mastitis, la eclampsia puerperal, el edema de la ubre y la cetosis.

La mastitis es una inflamación de la ubre que puede ser causada por bacterias u otros microorganismos. Durante el periodo seco, se debe prestar especial atención a la higiene de la ubre y se pueden administrar tratamientos preventivos para evitar la aparición de esta enfermedad en la próxima lactancia.

La eclampsia puerperal, también conocida como fiebre de la leche, es una afección metabólica que puede afectar a las vacas en el periodo de transición entre el periodo seco y la siguiente lactancia. Se caracteriza por una deficiencia de calcio en la sangre y puede provocar síntomas como debilidad muscular, temblores e incluso convulsiones. Un adecuado manejo nutricional y la monitorización de los niveles de calcio son fundamentales para prevenir esta enfermedad.

El edema de la ubre es una acumulación excesiva de líquido en la ubre de la vaca durante el periodo seco. Puede causar incomodidad y aumentar el riesgo de infecciones. Se deben implementar medidas para controlar el edema y evitar complicaciones en la próxima lactancia.

La cetosis es otro trastorno metabólico que puede presentarse durante el periodo seco y también en las primeras semanas de la siguiente lactancia. Se produce cuando la vaca no recibe suficiente energía de su alimentación y su cuerpo comienza a movilizar reservas de grasa en exceso, lo que genera un desequilibrio metabólico. Una alimentación adecuada y equilibrada es esencial para prevenir la cetosis.


Cómo y cuándo realizar el proceso de secado


De acuerdo con el portal, Genética Bovina, el momento adecuado para secar a una vaca es cuando alcanza los 7 meses de gestación. En este punto, se considera que la vaca ha completado una parte significativa de la producción de leche y es el momento indicado para iniciar el proceso de secado.

El primer paso es realizar el último ordeño, también conocido como escurrido. Después del escurrido, se aplica una jeringa de antibiótico intramamario diseñado para el periodo seco en cada pezón. Antes de la aplicación, se debe desinfectar la punta del pezón con una toalla desinfectante que suele venir con el producto. A continuación, se sumerge cada pezón en una sustancia selladora de pezones, que tiene propiedades desinfectantes.

Una vez completados estos pasos, se recomienda trasladar a la vaca a un potrero alejado del establo o lugar de ordeño. Es importante evitar que la vaca observe u oiga los procedimientos de ordeño, ya que esto podría estimular la bajada de leche y afectar el proceso de secado.

En algunos casos, es común realizar ordeños intermitentes durante el proceso de secado. Por ejemplo, si normalmente se ordeña a las vacas dos veces al día, se puede comenzar a ordeñar una vez al día durante aproximadamente una semana antes de suspender completamente el ordeño. Si el ordeño normal es solo una vez al día, se pueden hacer ordeños alternados.

Estas prácticas de ordeño intermitente tienen como objetivo estimular la producción de leche en la vaca y acortar el tiempo necesario para el reposo de la ubre. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estas prácticas pueden variar según las circunstancias y las recomendaciones del veterinario o especialista en manejo de ganado.

Durante las siguientes 24 horas después del proceso de secado, se recomienda restringir la cantidad de suplemento o pasto que se proporciona a los animales. Sin embargo, es esencial garantizar el suministro continuo de agua, especialmente en ambientes calurosos. El agua contribuye a la absorción de la leche residual por parte del organismo de la vaca, donde los glóbulos blancos desempeñan un papel importante en la eliminación de posibles infecciones.
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