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El momento del levante se inicia desde el destete, cuando el animal pasa de una dieta mixta de leche y alimento y sólido a una dieta fundamentalmente de sólido con pasto y suplementos.
Es indispensable ofrecer al animal calidad y cantidad de dieta sólida que sustituya los nutrientes que le aportaba la leche que tomaba diariamente en su lactancia, indicó Ricardo Arenas, médico veterinario especialista y Profesional Amigo Ganadero, en un nuevo capítulo del Manual Práctico Ganadero, elaborado por Fedegán.
Sostuvo que es frecuente que a este periodo no se le dé la importancia que se debe y se descuiden las condiciones de alimentación y los cuidados necesarios y esto redundará en tiempos más largos para llegar a la ceba o a la etapa productiva con deficiencias que pueden afectar la productividad misma.
Este proceso se debe ver como parte de una actividad rentable, evitando uno de los errores frecuentes que es observar el levante de manera marginal o de segunda categoría y así los resultados no serán satisfactorios.
Con frecuencia se encuentran fincas donde el levante está en los potreros más deficientes o van detrás de los animales de producción consumiendo lo que dejan estos. (Lea en CONtexto ganadero: Estrategias nutricionales y de manejo de ganado de levante)
Recomendaciones
Para animales de carne sería ideal destetar animales con un muy buen peso permitiendo casi que eliminar esta etapa del levante y que entrarán rápidamente a una pre ceba y ceba donde teniendo todos los cuidados se puedan llevar al beneficio de dos a dos años y medio de edad.
En gran medida los resultados obtenidos durante esta etapa, junto con los de la crianza definen la edad al faenado de los animales destinados para tal fin o del primer servicio para las hembras de cría.
Una primera recomendación para esta etapa es conformar dos lotes el día del destete, uno de machos y el otro de hembras, esto porque los machos precoces podrían llegar a preñar las hembras de manera muy prematura, hacia los 13 o 14 meses de edad lo que sería contraproducente.
La tasa de crecimiento diaria de los animales en esta etapa tiene como techo el potencial genético de estos, pero se afecta directamente por las condiciones de cría y levante por lo que el resultado final está determinado por la suma de estos factores.
Cuando se compra ganado o se reciben de otras fincas animales destetos para iniciar un levante es importante revisar individualmente a cada animal, su estado de salud general, pesarlos, desparasitarlos, aplicarles vitaminas y numerarlos, ingresando la información a la base de datos de la finca. (Lea en CONtexto ganadero: Prácticas de manejo para el ganado de levante)
Se debe evitar tanto el enflaquecimiento o bajo crecimiento producidos por deficiente suministro de comida que reducirá la productividad y rentabilidad y alargará los ciclos de la producción ganadera, como el engrasamiento que puede mermar el crecimiento necesario y propio de esta etapa, originado en la sobre alimentación.
En esta época es importante pesar los animales con una periodicidad menor a la utilizada durante la cría o cuando menos evaluar el estado de carnes o corporal del animal y compararlo con el desempeño de sus compañeros.
En hembras jóvenes en el periodo de levante se puede apreciar con frecuencia un flujo de moco sanguinolento en la vulva conocido como pseudo menstruación, es decir, una falsa menstruación por uno o dos días posteriores al celo o calor. Este flujo es completamente normal y no debe ser motivo de preocupación.
Según la raza y la calidad genética se deben ajustar las dietas en el levante para que los requerimientos de mantenimiento y de crecimiento adecuado sean cubiertos durante esta etapa.