El Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, reiteró a los productores de leche, la importancia de la certificación de los predios en Buenas Prácticas Ganaderas en la producción de leche y sus beneficios económicos por parte de los compradores de la producción. Así lo señaló McAllister Tafur, Director Técnico de Inocuidad e Insumos Veterinarios de la Entidad, quien reiteró, que para lograr la certificación en Buenas Prácticas Ganaderas en la producción de leche, primero se debe estar certificado como libre de brucelosis y tuberculosis “Las bonificaciones que entregan los compradores como pasteurizadoras, son mayores cuando los productores obtienen la certificación en Buenas Practicas Ganaderas en la producción de leche, ya que estas incluyen la bonificación como predio libre de brucelosis y tuberculosis”, afirmó el Director Técnico. El pronunciamiento del ICA se hizo en el marco del Congreso número 65 de la Asociación Nacional de Productores de Leche, Analac, realizado en Bogotá. En dicho congreso se tocaron temas como la situación actual del sector lácteo a nivel nacional e internacional, las nuevas líneas de crédito e incentivos para productores del sector, mecanismos de subasta de leche en polvo a través de la Bolsa Mercantil de Colombia y la vacunación como herramienta en el control de enfermedades y parásitos externos en el ganado. Las bonificaciones De acuerdo con la resolución 17 de 2012 del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, el pago de la leche al ganadero se basa en su calidad, mediante un sistema de precios establecido en esa resolución. Esta calidad se mide en tres aspectos: Uno, composición, según el contenido de sólidos útiles de la leche, es decir grasa y proteína; Dos, higiene, según la microbiología de la leche; y Tres, sanidad, como un incentivo para reconocer al ganadero la inclusión de su hato en programas nacionales de salud animal. El sistema de precios establece los valores mínimos que todos los compradores de leche deben cumplir, sin embargo, los ganaderos se quejan continuamente porque consideran que los compradores son juez y parte en la medición de la calidad de la leche, viéndose afectados de acuerdo a la disponibilidad de leche en el mercado.