El Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, cumplió el pasado 4 de agosto 53 años de servicio. La entidad tiene la responsabilidad del control sanitario del sector agropecuario del país para producir alimentos saludables y competitivos en el ámbito nacional y en el exterior. CONtexto ganadero entrevistó a productores pecuarios que dieron a conocer sus puntos de vista sobre las falencias y fortalezas de la entidad. La certificación de Colombia como país libre de fiebre aftosa es uno de los logros más destacados; mientras que se pide mejorar lo relacionado con la expedición de las guías sanitarias de movilización animal, el cumplimiento de la trazabilidad y mejorar en los procesos de atención a clientes, sin justificar la falta de personal. Óscar Builes, ganadero de bovinos y porcinos en Antioquia, señaló que la fortaleza del ICA es que representa la brújula del sector agropecuario del país, necesaria para sostener la ganadería, pero lamentó su falta de fortaleza institucional. “El Instituto es requerido, es el que debe hacer la reglamentación pecuaria del país, pero se tiene que fortalecer y no puede dejar de existir”, dijo. (Lea: ICA se compromete a mejorar como autoridad sanitaria y fitosanitaria) Consideró que la legislación desarrollada por el ICA es “rígida y buena”, según se ha escuchado de expertos provenientes de otros países, pero no tiene “seguridad jurídica”, porque cambia constantemente y eso desvía sus funciones vitales. “Eso impide que se pueda estructurar a largo plazo el sector pecuario. Ese cambio de reglamentación y normas hace que el ICA sea inoperante, sus funcionarios se enredan y no tenga una capacidad de reacción”, aseveró Builes. Para el ganadero antioqueño, la tercerización es una opción viable que agilizaría todos los procesos que el sector pide, como las certificaciones de predios libres de brucelosis, tuberculosis y Buenas Prácticas Ganaderas, BPG. “Son demasiado lentos en el proceso de sacar las guías de movilización. Les hace falta tercerizar. Cuando han querido nos han prestado un buen servicio y tienen funcionarios buenos pero hay limitante en personal y recursos”, apuntó. Alirio José Otero Villareal, ganadero en Atlántico, expuso que el ICA ha mejorado en la agilización de los trámites de exámenes a animales y entrega de resultados para asistir a ferias pecuarias, junto con la facilidad de conseguir en la actualidad las licencias de movilización. Consideró inconveniente que la consignación por el desplazamiento de animales la deba hacer cada vez que envía animales al frigorífico, porque, en su criterio, eso le demanda mucho tiempo. “Deberían permitir consignar varias licencias para la movilización, porque sacamos ganado muy seguido. Yo lo hago cada 8 días y se debe mandar el mensajero al banco, esperar y luego proceder a enviar las reses”, describió Otero Villareal. (Lea: 5 quejas de ganaderos sobre sistema de trazabilidad animal IdentifICA) El productor de Pivijay y Fundación solicitó al ICA la conformación de un laboratorio de evaluación de animales cuando mueren, con el que se podrían determinar las causas de fallecimiento y así prevenir eficientemente la propagación de enfermedades. De igual manera, cree que la certificación de fincas en tuberculosis y brucelosis es el reto mayor que tiene el ICA, que debería subsidiar por medio del Ministerio de Agricultura el costo de las muestras al ganado, ya que actualmente solo puede ser pagadas por grandes ganaderos ante su elevado costo. La trazabilidad es otro punto que no se ha logrado consolidar desde el Instituto. De acuerdo con lo dicho por Otero Villareal, en Magdalena y Atlántico no hay suficientes animales con chapetas. En esa misma línea opinó Andrés Jaramillo Bernal, presidente del Comité de Ganaderos del Caldas: “acá se han puesto algunas chapetas pero el tema de trazabilidad completa como tal no se ve. No hay un objetivo claro, solo se deja acta y anotaciones, sin que se vea qué ganado va a sacrificio”. Esto sucede, según el representante de los ganaderos en Caldas, porque el tema de trazabilidad se quedó en poner chapetas, “como es usual de los políticos, de decir que con eso se han trazado animales. No se sabe cuál es el beneficio de eso, diferente a lo que pasa con el tema en otros lugares”. Añadió que del ICA han sacado personas con capacidades idóneas para trabajar por la sanidad pecuaria, situación que evidencia “la politiquería y la falta de personal” que hay en este momento. Jaramillo recalcó que ese tipo de hechos "se refleja en el atraso en los programas de expedición de licencias, y la obtención de certificaciones de predios libres en tuberculosis y brucelosis, se han vuelto tediosas". (Lea: Las 6 quejas más frecuentes de los ganaderos sobre el Sigma) “El Instituto, en vez de acompañar al agricultor y ganadero, pone trabas y origina retrasos en los distintos procesos”, puntualizó Jaramillo Bernal. El ICA está a cargo de la inmunización contra la fiebre aftosa de 22 millones de reses cada año, labor que realiza con la asesoría y acompañamiento del Fondo Nacional del Ganado, FNG, administrado por la Federación Colombiana de Ganaderos, Fedegán, y que le permitió al país conseguir la certificación como territorio libre de la enfermedad, uno de los mayores logros en sus 53 años de servicio, coinciden los productores.