“Estamos viviendo una actividad lechera con profundas transformaciones tecnológicas, políticas, culturales y sociales, una dinámica tan intensa que nos obliga a encarar los próximos años con un espíritu diferente”.
Así lo planteó Alejandro Sanmartino, exsubsecretario de Lechería del Ministerio de Agricultura de Argentina y director de Infortambo Argentina durante su charla en Mundo Lácteo 4.0, donde planteó que en estos momentos el gran desafío de la actividad está en la innovación.
Señaló que “ninguna cadena lechera va a poder subsistir si no encuentra la llave de su propia sustentabilidad y esta se define como la provisión a los consumidores de productos lácteos nutritivos, de una manera tal que el sector lechero, la gente y el planeta sean económica, social y ambientalmente mejor ahora y para las futuras generaciones”.
Sostuvo que la pregunta en estos momentos es cómo producir más y contaminar menos, y cómo competir con el trabajo urbano en un mundo cada vez más asfaltado, cómo entusiasmar a los jóvenes para que se integren a la lechería cuando los estímulos y creencias son diferentes. (Lea: Conozca cómo la sostenibilidad se convierte en una oportunidad para los productores)
Otros cuestionamientos que hay que hacerse es cómo mejorar el consumo y el margen de los lácteos en el contexto de consumidores cada vez más desconfiados y menos leales. Los consumidores cada día quieren conocer más la trazabilidad de los productos y este es uno de los grandes desafíos para la cadena láctea en cualquier país.
Cómo hacer para que cada finca sea una empresa sostenible y atractiva para las personas que hacen parte una familia. Qué estrategia implementar teniendo en cuenta las expectativas de los miembros de la familia, su vivienda, su infraestructura, el entorno.
Igualmente señaló que hoy día la tecnología está generando una disrupción y una oportunidad para los productores a través de tres ejes: la robótica, la automatización y todo lo que tiene que ver con la programación, que están generando grandes pasos en la mejora de los sistemas productivos actuales.
A futuro se debe pensar si hay espacio para los pequeños productores o el 80 % de la producción estará en pocas manos
“El futuro es un coctel complejo y agridulce que obliga a enfocarlo desde una perspectiva holística que implique la superación de diferentes paradigmas”.
El actual modelo de gestión de las empresas está obligado a analizar cada evento teniendo en cuenta sus múltiples interacciones que obliga a un pensamiento más amplio, excede la mirada de producción para incluir otras áreas clave como recursos humanos, bienestar animal, seguridad alimentaria y la sustentabilidad ambiental, entre otras. (Lea: La sostenibilidad ambiental a partir de la ganadería es posible)
“Hay que pasar de una economía lineal a una circular”, afirmó.
La lechería tiene fundamentos o pilares que se mantienen firmes, siendo el primero la misma actividad ya que la FAO eligió la producción lechera como la actividad que genera mayor riqueza al ser la que más combate la pobreza.
El segundo pilar es que el éxito de la cadena láctea va a depender de construir el futuro poniendo foco en la nutrición saludable y en los estilos de vida de las personas, en la transparencia de la cadena y la trazabilidad desde el origen. Más sostenibilidad tanto en la finca como en la industria.
Al final del día son los consumidores los que van a decidir pero el futuro de la lechería depende de los productores que satisfagan esas necesidades, concluyó.
Tecnología
Por su parte el Gerente de mercadeo de Delaval para Colombia, Darío Arango, planteó que el ordeño robótico es una tecnología que llegó para quedarse y en muchas partes del mundo el robot es la primera elección de un ganadero que quiere remplazar su viejo equipo de ordeño por una nueva tecnología.
Esto tiene que ver con reducción de costos y manejo de la información para tener todos los datos en tiempo real de lo que está pasando con cada una de las vacas del hato.
La vaca puede estar en el sistema robótico en diferentes versiones, en Latinoamérica el que más se utiliza es el ordeño robótico en pastoreo en el cual se hace un ordeño voluntario en donde el animal aprende poco a poco a ir y buscar su sitio de ordeño. (Lea: ¿Qué se necesita para hacer empresas sostenibles en ganadería?)
En Colombia se está implementando un sistema que consiste en que en lugar de ir una vaca sola al sitio de ordeño una persona las está llevando en grupos entre 60 y 70 animales que tardarían una hora en ordeñarse y vuelven a su potrero.
De esta manera se tienen lotes de más de 200 vacas ordeñadas de manera robótica sin ninguna persona ya que ésta se encarga únicamente del traslado de los animales del potrero a los equipos y viceversa.
La tecnología, independientemente del sistema (estabulado, pastoreo), es simple en la cual lo que más cuesta es aprender a entender qué hacer con la información porque llega un momento en el que se tiene tanta que es importante que el profesional que esté a cargo sea capaz de leerla e interpretarla.
La persona que estaba gastando demasiado tiempo en administración de personal y de todo lo que tenía que ver con el ordeño, hoy día puede dedicar el tiempo a revisar qué está pasando con las vacas, con la alimentación y demás factores que le dan la rentabilidad al hato.
Es cierto que es más costoso que un equipo de ordeño tradicional pero genera más posibilidades de ser más rentable al tener mayor información que sea de utilidad para la toma de decisiones.