El exceso de lluvias puede causar una serie de problemas que afectan directamente la capacidad de los ganaderos para operar eficientemente. De acuerdo con Carlos Pereira, productor ganadero del departamento del Cesar, las lluvias excesivas en las fincas ganaderas tienen efectos negativos para el día a día del trabajo. Lea en CONtexto ganadero: 10 acciones que un ganadero debe emprender en épocas de lluvias)

Uno de los problemas que desencadena el exceso de lluvias son el cierre de vías terciarias, que son cruciales para la movilidad en áreas rurales. Estas vías, generalmente no pavimentadas y con mantenimiento limitado, pueden volverse intransitables debido a las inundaciones y el deterioro causado por el agua.

El cierre de estas vías tiene un impacto directo en la capacidad de los ganaderos para transportar sus productos al mercado. La leche, la carne y otros productos ganaderos necesitan ser movilizados rápidamente para mantener su frescura y calidad.

Las vías intransitables significan que los productos no pueden llegar a los mercados a tiempo, lo que puede resultar en pérdidas económicas significativas. Esto es especialmente crítico para productos perecederos como la leche, que puede echarse a perder si no se transporta en las condiciones adecuadas.

A esto se suma el encharcamiento de las fincas. Este fenómeno puede tener múltiples efectos adversos en las operaciones de las fincas. Según Pereira, “los caminos internos de cada predio se ven afectados por el exceso de lluvias. Lo primero que se daña en una finca es el camino por donde tienen que cruzar las vacas para el ordeño de todos los días o por donde se va a movilizar el ganado”.

El encharcamiento dificulta la realización de actividades esenciales como el pastoreo, la siembra y la cosecha.

En palabras de Pereira, este exceso de lluvias y encharcamiento, “afecta la calidad de la leche y los terneros, pues el desplazamiento en zonas fangosas y llenas de humedad retrasa significativamente las labores diarias”.

Además, la condiciones húmedas y fangosas crean un entorno propicio para la proliferación de enfermedades y parásitos que pueden afectar la salud del ganado. El encharcamiento constante puede llevar a problemas de salud como infecciones de pezuñas, enfermedades respiratorias y problemas digestivos, aumentando la morbilidad y mortalidad del ganado. (Lea en CONtexto ganadero: Ojo con las enfermedades asociadas a las lluvias)

En ese orden de ideas, estrés hídrico puede debilitar el sistema inmunológico de los animales, haciéndolos más susceptibles a enfermedades.

Finalmente, para abordar los problemas causados por el exceso de lluvias, los ganaderos deben implementar estrategias de manejo del agua y mejorar la infraestructura existente.