En la búsqueda de alternativas que combinen la producción agropecuaria con la conservación del medio ambiente, los sistemas silvopastoriles han surgido como una opción prometedora.
Estos sistemas, que involucran la integración de árboles, pastizales y ganado en un mismo paisaje, ofrecen numerosos beneficios tanto desde el punto de vista productivo como ambiental.
Dora Moncada Rasmussen, directora del Centro Nacional del Agua y la Biodiversidad de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), en diálogo con CONtexto ganadero, destaca la importancia de considerar el enfoque multipropósito en la implementación de los sistemas silvopastoriles.
Conectar los ecosistemas mediante sistemas silvopastoriles
Uno de los aspectos fundamentales mencionados por Moncada es la importancia de la conectividad de los ecosistemas. Los sistemas silvopastoriles pueden desempeñar un papel crucial en la conectividad de áreas naturales, permitiendo que la producción ganadera coexista con la conservación del medio ambiente. Esta integración se logra a través de la creación de corredores biológicos que conectan áreas protegidas, áreas de restauración y áreas productivas. De esta manera, se forma un mosaico de paisajes que promueve la conservación de la biodiversidad y la prestación de servicios ecosistémicos.
Es importante tener en cuenta que la selección de especies utilizadas en los sistemas silvopastoriles debe ser cuidadosa y priorizar las especies nativas. Dependiendo de cada territorio, algunas especies pueden proporcionar beneficios específicos, como la protección del suelo o la provisión de alimento para el ganado. Al utilizar especies propias del territorio, se fomenta la adaptación al entorno y se minimizan los impactos negativos en los ecosistemas.
Proteger el recurso hídrico
Para garantizar la sostenibilidad de estos sistemas, es necesario considerar aspectos de gestión ambiental y compensación. Moncada destaca la importancia de incentivar lineamientos que promuevan la mitigación de impactos y la protección de rondas hídricas y la prevención de la transformación total de áreas que brindan servicios clave para los predios. La planificación adecuada de las fincas y la implementación de prácticas de conservación contribuyen a minimizar los impactos negativos en el recurso hídrico y a preservar las áreas de importancia ambiental.
Además, Moncada destaca la práctica de la cosecha de agua como una estrategia interesante en los sistemas silvopastoriles. Esta técnica consiste en capturar y almacenar el agua de lluvia en reservorios para su posterior uso en las fincas, ya sea para riego o para otros consumos operativos. El manejo adecuado del agua lluvia es esencial en estos sistemas, al igual que la protección de las rondas hídricas para evitar la contaminación del recurso hídrico y fomentar su restauración.
Es fundamental poder medir los beneficios tanto productivos como ambientales de los sistemas silvopastoriles. Para ello, se requiere establecer una línea base sólida y desarrollar indicadores asociados a estos sistemas. “En la medida que uno pueda demostrar que hay un beneficio productivo, como mejora en el sistema de negocio, de la finca, pero que además hay unas mejoras ambientales, ahí, esa misma motivación y beneficio, puede hacerlo sostenible” dice Moncada.