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Foto: infortamboandina.co

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El doble propósito como negocio

por: Melany Orozco- 31 de Diciembre 1969

La ganadería de doble propósito es una estrategia viable para la producción sostenible de carne y leche, especialmente en regiones con condiciones adversas y limitaciones de recursos.

A pesar de las críticas y desafíos asociados, el enfoque de doble propósito tiene un potencial significativo para mejorar la sostenibilidad y rentabilidad de las empresas ganaderas. (Lea en CONtexto ganadero: Por qué sí es bueno trabajar con bovinos doble propósito)

Efraín Antonio Coutiño Torres, médico veterinario, explica que muchas veces las personas se hacen la pregunta sobre producir carne o leche, por lo que su respuesta es que se puede producir carne y leche en un mismo predio.

“Producirlo no es fácil, se requiere de mucho trabajo, esfuerzo y conocimiento. Hay muchas personas que yo he escuchado que dicen que el doble propósito no funciona, pero desde mi experiencia, no han vivido de la ganadería lo suficiente para decir que no funciona porque en realidad sí funciona”, describe Coutiño Torres.

La diversificación de la producción permite a los ganaderos obtener ingresos de dos fuentes diferentes: la venta de carne y leche. Esto no solo aumenta la rentabilidad total de la finca, sino que también reduce el riesgo financiero, ya que una caída en el precio de uno de los productos puede ser compensada por el otro.

De acuerdo con Coutiño Torres, “todas las personas que vivimos económicamente de una finca sabemos que el estar produciendo leche por un lado y carne por el otro en la misma finca, es muy rentable y nos trae cosas muy buenas como sustentar la parte económica de la familia y producir alimentos de buena calidad”.

El profesional hace énfasis en que, con el enfoque y la gestión adecuada, la ganadería doble propósito sí es posible y puede ser altamente beneficiosa tanto para los productores y sus familias, como para las comunidades locales, contribuyendo a la seguridad alimentaria y a la sostenibilidad ambiental.

Coutiño Torres señala que lo importante de este enfoque es “dividirlo un poco y tener claro cuándo entra la parte de producción de leche y cuándo entra la parte de producción de carne. Por ejemplo, la primera semana de vida de un ternero es un regalo de la mamá, que le da para que tenga vida. De ahí en adelante, la leche que toma el animal y los insumos entran en la parte de producción de carne, y la mamá se queda en la parte de producción de leche”.

Esto quiero decir que la vaca sigue su ciclo y su lactancia hasta volverse a preñar para que se tenga un ternero al año, procurando que siempre sea bajo las mejores condiciones para que siga desarrollándose y produciendo.

Hay que alimentar bien a las vacas, chequearles la fertilidad”, menciona Coutiño Torres, quien agrega que estas acciones conllevan a que “sí se puede estar produciendo leche y carne en el trópico, de manera muy sustentable y económica, no dañando a la naturaleza y mucho menos a la humanidad porque se está produciendo alimentos para ellos”. (Lea en CONtexto ganadero: Conozca la forma óptima para manejar el ganado doble propósito)