El árbol, Cacay es un alimento proteínico para el ganado que tiene minerales como fósforo, calcio y hierro; fibra y un aceite rico en ácidos grasos omega 3, 6 y 9. Es parte del esquema silvopastoril, genera ingresos adicionales a la ganadería y ofrece sombra a los bovinos. El cacay o inchi es un precioso árbol nativo de las estribaciones orientales de los Andes de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. Se encuentra en el piedemonte de la Cordillera Oriental desde Putumayo hasta Arauca, la Amazonia y el Magdalena Medio. El fruto del cacay, casi esférico, verde y de unos 4 cm, contiene tres semillas oleaginosas, de sabor muy agradable, cuyo peso fresco equivale a la tercera parte del peso del fruto. Según La Fundación Centro para la Investigación en Sistemas Sostenibles de Producción Agropecuaria, CIPAV, la semilla o nuez es una almendra blanca de 2 a 3 cm de longitud que tiene un alto valor nutricional. Contiene proteínas (19%) y minerales -fósforo, calcio, hierro, fibra y un aceite rico en ácidos grasos omega 3, 6 y 9. (Lea: Carta Fedegán 133) Este aceite se usa en medicina, cosmética, en la preparación de alimentos y como aceite de mesa. Tiene un alto contenido de ácidos grasos poli-insaturados (75%) como el linoleico (72,7%), oleico (14%), esteárico (4%), palmítico (8%) y linolénico (2,5 a 12,5%), vitaminas E y F y retinol. Luego de extraer el aceite, se puede obtener una harina con la cual se prepara la leche de almendras, rica en aminoácidos esenciales y adecuada como suplemento alimenticio. De acuerdo con CIPAV, en un estudio de 100 árboles hecho en una plantación de la costa ecuatoriana por J.P. Feil, los árboles crecieron en promedio un metro por año y maduraron al alcanzar los 4 m de altura. (Lea: El cacay en el piedemonte llanero) Dicho estudio estima que una plantación con árboles de 10 m, sembrada en una proporción de 9 árboles hembra por cada árbol macho, puede producir inicialmente 500 kg de semillas por año, y la producción aumenta a medida que crecen los árboles. Un árbol de 10 años de edad puede producir 300 kilos de frutos. Complemento en la ganadería Por varias razones, el cultivo de cacay es un complemento ideal para la producción ganadera en el piedemonte llanero a través de modelos silvopastoriles que asocian las dos actividades en el mismo terreno: -El cacay va a ser un negocio de altos ingresos debido a la singularidad del producto, la importante demanda internacional y la mínima oferta, un panorama muy diferente al que enfrentan los productos ganaderos ante los tratados internacionales de libre comercio. -Frente al cambio climático y la cría de animales cada vez más especializados, el estrés calórico es una realidad en las ganaderías llaneras. El cacay da buena sombra porque ramifica por encima de los 5 metros de altura. -Las fincas ganaderas necesitan cada vez más cercas vivas para delimitar los potreros y defenderlos contra los vientos y aguaceros torrenciales. El cacay sembrado en líneas a una distancia entre 10 y 15 metros entre árboles ofrece todos estos beneficios y además, produce frutos secos. -La cosecha de nueces se realiza durante la época seca, cuando el flujo de caja de la ganadería tiende a bajar, y no coincide con la cosecha de otros cultivos. -Las nueces se cosechan en el suelo, por lo cual no se requieren grandes inversiones en tecnología. -La producción de crías, leche o engorde brinda un flujo de caja que permite cubrir los costos del cultivo mientras alcanza la plenitud productiva. -Las plantas que más afectan al cacay son los pastos y en especial las braquiarias, difíciles y costosas de controlar. Nada mejor que el pastoreo a fondo para reducir sus efectos sobre los árboles frutales. -La cascara del cacay sirve como suplemento alimenticio ya que contiene un 10% de proteína.