Eficiencia o efectividad: cómo alcanzarlas y diferenciarlas en ganadería

Los términos eficiencia y efectividad son frecuentemente utilizados, pero a menudo se confunden o se usan indistintamente. Sin embargo, comprender sus diferencias es fundamental para optimizar la producción y la sostenibilidad de la ganadería.

Fausto Bermúdez, CEO de Ranching 4 profit, reconocida escuela mexicana, explica que “la eficiencia es sacar el mayor provecho con los mejores recursos”. (Lea en CONtexto ganadero: Estos son los 7 hábitos del ganadero altamente eficiente)

En términos generales, la eficiencia se refiere a la relación entre los recursos utilizados y los resultados obtenidos. En ganadería, esto puede medirse a través de diversos indicadores como el consumo de alimento por kilogramo de carne, el uso de agua por litro de leche o la cantidad de tierra necesaria por animal. Esto quiere decir que la eficiencia busca maximizar la producción minimizando el uso de recursos.

De acuerdo con Bermúdez, efectividad hace referencia a “hacer las cosas correctas y obtener los resultados deseados”. La efectividad se preocupa más por los resultados finales y el impacto global de las prácticas ganaderas.

La efectividad, se centra en la consecución de objetivo específicos, independientemente de los recursos empleados. En el campo, esto podría implicar alcanzar ciertos niveles de producción, cumplir con estándares de calidad o lograr objetivos de bienestar animal y sostenibilidad.

“Muchas veces, en las producciones ganaderas y agrícolas, nos hemos enfocado muchísimo en la eficiencia, pero a la vez que nos hemos enfocado en la eficiencia, hemos perdido la efectividad”, describe el profesional.

La eficiencia está centrada en la optimización del uso de recursos, mientras que la efectividad se enfoca en la consecución de metas y objetivos. Un sistema ganadero puede ser eficiente en términos de uso de alimento, pero no necesariamente efectivo si no logra producir animales de alta calidad o no cumple con los estándares de bienestar animal.

Un dato clave para entenderlas, es que la eficiencia se puede medir de manera cuantitativa mediante indicadores específicos, mientras que la efectividad puede requerir evaluaciones más cualitativas y a largo plazo, considerando el cumplimiento de metas amplias y diversas.

En palabras de Bermúdez, “no porque seamos más eficientes quiere decir que vamos a ser más efectivos”.

Para un desarrollo ganaderos sostenible y exitoso, es necesario equilibrar ambos enfoques, adoptando estrategias que mejoren la eficiencia sin comprometer la efectividad y viceversa. De esta manera, se puede lograr un sistema ganadero que no solo sea productivo y rentable, sino también responsable y sostenible. (Lea en CONtexto ganadero: Tres herramientas para mejorar la eficiencia en la ganadería)

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¿Eficiencia o efectividad? Descubre la diferencia y la importancia de cada una de ellas.

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