La ganadería colombiana se enfrenta a una situación problemática con las hembras bovinas reproductoras de leche, los médicos veterinarios han encontrado con gran preocupación la proliferación de ovarios quísticos como son los quistes foliculares y luteinizantes.

Así lo plantea Martha Gissela Guzmán Rico, de la Universidad Cooperativa de Colombia donde indica que las enfermedades asociadas con el proceso de diagnóstico de quiste ovárico, indican que los índices reproductivos han disminuido la fertilidad de las vacas lecheras, causando un desequilibrio económico en la producción de leche, y aumentado los gastos de servicios médicos veterinarios para controlar este fenómeno. (Lea: Estos son algunos tratamientos para aliviar quistes ováricos)

De acuerdo con la autora los quistes ováricos, en las vacas lecheras se definen como desórdenes reproductivos que se presentan entre los 45 a 60 días posparto, causando la infertilidad, y el intervalo entre partos por lo que deben someterse a un protocolo específico para mejorar la calidad de vida de la vaca lechera.

Los quistes foliculares son una patología reproductiva de mucha importancia en la reproducción del ganado bovino lechero, debido al alto porcentaje de pérdidas económicas en los hatos, por aumento de días abiertos, altos costos en medicamentos hormonales, costos de honorarios al veterinario, costos por pérdida de producción y por descarte de vacas infértiles, se debe prestar más atención a la prevención y diagnóstico de esta enfermedad reproductiva. Por lo tanto es importante realizar un diagnóstico ecográfico, de la función ovárica, tempranamente en el posparto, ya que posiblemente se reconoce la patología tempranamente y se pueda realizar tratamiento.

La mayoría de vacas presentan conducta estral intensa y prolongada como ninfomanía debido a la ausencia del cuerpo lúteo (CL); sin embargo cuando se forman quistes foliculares y luteinizantes, sus paredes son delgadas, llenas de líquido, sobre la estructura del ovario con tamaños mayores o menores de 25 milímetros de diámetro. (Lea: Factores que inciden en la aparición de quistes ováricos en vacas)

Según los estudios realizados sobre el tema, la alteración cualquiera que sufra el eje hipotálamo-hipófisis gonadal incide en la formación de los quistes ováricos en vacas, debido a las bajas concentraciones de hormonas luteinizantes (LH) o en la liberación del factor liberador de gonadotropinas (GnRH) , se relaciona con hipofusión adrenal, infección uterina y otras enfermedades posparto; estos se pueden observar clínicamente por repetición de celos, ninfomanía y anestro por medio de ultrasonografía.

Es indispensable un diagnóstico adecuado como la ultrasonografía que es un método avanzado en tecnología y que se está utilizando en las ganaderías de la región, es importante que los quistes ováricos sean evidenciados por medio de la técnica ultrasonografía transrectal en bovinos que se observan como estructuras anecogénicas por lo general mayores de 2 centímetros de diámetro, paredes delgadas ecogenicas; los quistes foliculares múltiples o simples permanecen en el ovario durante mas 10 días, esto se puede observar clínicamente por repetición de celos, ninfomanía y anestro. Se deben Incluir métodos como la extirpación manual o enucleación, la utilización de progestágenos, de factores de liberadores de gonadotrofinas, prostaglandinas hcG (LH) como tratamiento. (Lea: Pérdidas por quistes, abscesos y hematomas en canales son bajas)

Para hacer un tratamiento hormonal se debe evitar la utilización de progestágenos, la entrada a celo debe ser lo más natural posible y se requiera la socialización del animal.

Además, se debe tener en cuenta las fases de desarrollo de la enfermedad, cuando se plantea un tratamiento con GnRH puede ayudar a que un quiste folicular alcance a completar la luteinización pero no tiene efecto solo un quiste folicular benigno.

Para obtener una mejor calidad de vida para la ganadería lechera y por ende la economía del territorio se deben de aplicar controles en los procesos de reproducción posparto, disminuir el estrés de la lactancia temprana y visualizar a tiempo las enfermedades de los quistes ováricos.