El cambio de tendencia en el comportamiento del hato bovino colombiano y el mayor número de bovinos de un año a otro (más de 785 mil animales), no se correlaciona con la realidad, afirman expertos consultados al respecto.   El pico más alto del inventario bovino colombiano reciente se alcanzó en 2010, cuando se registró un stock de 24,8 millones de cabezas. A partir de ese año, al hato se redujo hasta 22.8 millones de cabezas en 2016.   La reducción del 8 % del hato (1 millón 795 mil animales) en 6 años, tuvo origen principalmente en la pérdida de rentabilidad y en los efectos adversos del cambio climático sobre la actividad. A estos dos factores se une la ausencia de políticas públicas rectoras que indiquen qué quiere hacer el Gobierno con este sector. El impacto que han causado estos factores crea dudas sobre la calidad de la cifra emitida por el ICA. Haga clic en la imágen para ampliar   En efecto, la actividad económica del sector ha sido impactada por los malos precios del ganado en esos años que obligaron a liquidar hembras por encima del promedio histórico; lo que incidió en la disminución de terneros en los años subsiguientes.   A los malos precios se unió el aumento de precios de insumos para la producción pecuaria, así como altos costos de transporte y financieros, que mermaron la rentabilidad de la actividad.   También incidió en su disminución la ausencia de políticas públicas que promovieran el consumo interno de carne, las exportaciones, pero principalmente el repoblamiento bovino.   En medio de ese escenario, el sector sufrió uno de los peores embates del cambio climático, que ocasionó la muerte de animales en el momento de ocurrencia de los eventos, pero a su vez generó desplazamiento de animales y daños en su productividad y reproductividad que se ven reflejados en años posteriores.   Pérdidas por 5.15 billones de pesos   Fedegán estimó que en el lapso 2009-2016 esas pérdidas sumaron 5.15 billones de pesos.

Haga clic en la imágen para ampliar   “Un sector que registra una crisis de esa magnitud, sin que los factores que la ocasionaron hayan cambiado, inducen a pensar que las cifras del ICA adolecen de rigurosidad metodológica”, advirtió uno de los técnicos consultados que omitió dar su nombre.   Señala que las inconsistencias parten del hecho de que aún no se concluido el primer ciclo de vacunación y ya se tienen resultados para este año.   Esto se podría explicar, señala el técnico consultado, en que la cifra publicada corresponda al estimado programado y no a la realidad.   Pero además, en el medio ganadero se advierte que no hay suficiente ganado.   La cifra también es inconsistente con el número de predios. ICA afirma en el informe que el número de predios nuevos con destino pecuario bovino aumentó en más de 20 mil en el último año.

Haga clic en la imágen para ampliar   En los últimos años el aumento o disminución del número de predios al año rondaba los 5.000.   “Pero además es que 785 mil bovinos nuevos equivalen al inventario ganadero de un departamento como el de Boyacá” (745 mil bovinos en 2016), argumentó el técnico consultado.   Otro factor que no cuadra en las cuentas del ICA es que en 2016 la oferta del sector pecuario bovino (carne de res y leche), se vio disminuida en 3,5 % y 5,4 %, respectivamente.   En fin, hay más dudas sobre la calidad del censo, amén que muchos ganadero se quejan de la consistencia de las cifras, al que no dudan en calificar con un nuevo globo del Ministerio de Agricultura para ocultar su ineficiencia y su carácter netamente político y no técnico para manejar el sector que nuevamente ve, que como consecuencia de su accionar, Colombia pierde el estatus de país libre de aftosa con vacunación en el que han invertido miles de millones los ganaderos de Colombia.