El manejo de parásitos en el ganado es un arma de doble filo. Por un lado, eliminar un parásito del hato es clave para la salud de los animales a corto plazo. Pero por otro lado, la resistencia a los tratamientos parasitarios amenaza su salud a largo plazo.

Desafortunadamente, no existe una solución única para el control de parásitos en el ganado porque el manejo varía según la geografía. También hay muchos tipos de parásitos, cada uno con sus propias opciones de tratamiento y manejo específicas. Los parásitos externos incluyen garrapatas, moscas, piojos y larvas. Los parásitos internos incluyen coccidios, trematodos, gusanos pulmonares, estomacales, entre otros.

Aunque los parásitos están en todas partes, prosperan en ambientes cálidos y húmedos con temperaturas entre 15 y 25 ºC y entre un 40 % y un 70 % de humedad. El medio ambiente afectará la estacionalidad de la transmisión del parásito.

Resistencia parasitaria

Ashley Steuer, médica veterinaria de Zoetis, dice que muchos parásitos están sujetos a resistencia al tratamiento: «La resistencia se produce cuando un organismo persiste en la exposición a niveles adecuados de un compuesto que, en circunstancias normales, sería eficaz contra ese organismo».

El tratamiento excesivo, la dosificación insuficiente y la gestión ineficaz de los medicamentos pueden provocar resistencia: «Si tratamos demasiadas veces o si dosificamos y matamos solo una parte, los únicos parásitos que quedan son los que son resistentes. Cuanto más tratas, más resistencia tienes».

Steuer indicó que cuando se piensa en la resistencia, es importante tener en cuenta que una vez que un espécimen se vuelve resistente a una clase de medicamento, podría ser resistente para siempre. (Lea en CONtexto ganadero: 8 claves de éxito para un control integrado de parásitos)

Manejo de parásitos

La experta sostuvo que es importante pensar en qué prácticas de manejo de parásitos se pueden incorporar para la salud del rebaño de una manera económicamente viable. Entre los aspectos que se deben tener en cuenta para controlar la población de parásitos en el hato, detalló los siguientes:

Recuento de huevos fecales. Contar la cantidad de huevos presentes en las heces puede ser una herramienta eficaz para desarrollar un protocolo parasitario. Sin embargo, esto no indica la cantidad de gusanos sino la cantidad de huevos arrojados. Este recuento de huevos fecales se puede utilizar para detectar resistencia contando cuántos huevos por gramo quedan después de desparasitar.

Cultivo y pruebas larvarias. Las pruebas de larvas o el desarrollo de huevos en larvas para identificar especies parásitas pueden ser útiles para determinar la población y los tipos de parásitos. Sin embargo, requiere mucha mano de obra, tiempo y dinero.

Horarios de desparasitación. Un cronograma es importante para controlar los parásitos y la resistencia. Desparasitar solo al ganado que lo necesite, desparasitar antes de la temporada de pastoreo y no alternar entre desparasitantes. Además, si es necesario reubicar al ganado, lo ideal es trasladarlo y luego tratarlo.

Manejo de pastos. Puede controlar la presión de los parásitos prestando especial atención a la densidad de población, el pastoreo rotacional; evitar el pastoreo excesivo y dejar reposar los pastos. El manejo de pastos significa manejo del estiércol después de que los parásitos hayan pasado a través del animal.

«Donde hay ganado, hay parásitos. No podemos alejarnos de ellos. No le vas a quitar los parásitos a tu ganado», sostuvo la médica veterinaria de Zoetis. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Dónde se hace el control de parásitos, en bovinos o en pasturas?)

Steuer dice que lo fundamental para evitar la resistencia parasitaria es estar atentos a la preservación de la eficacia de los medicamentos en el ganado, poniendo fin a la desparasitación indiscriminada, disminuyendo la frecuencia de la desparasitación, utilizando pruebas de diagnóstico y practicando el manejo de los pastos.

Fuente: Farm Progress (en inglés)