Humberto Guaquetá, médico veterinario PhD y especialista en reproducción bovina y salud de hato, indica que para el mejoramiento genético se necesita realizar evaluaciones genéticas tradicionales como las pruebas de desempeño y de progenie, así como evaluaciones genómicas. Conozca la diferencia entre estas. (Lea: ¿Por qué deberíamos hacer nuestra propia selección genómica en ganadería?)
Evaluaciones genéticas tradicionales
“Lo que tradicionalmente se hace es la prueba de progenie, en donde desde el nacimiento, en el mejor de los casos ese ternero dura hasta un año en empezar a producir semen”, explica Guaquetá, entonces cuando esto sucede, se colecta ese semen y luego es distribuido para inseminar algunas hembras.
Esas vacas van a tener una gestación de nueve meses y así van a nacer las primeras hijas de ese toro para que posteriormente estas, en el mejor de los casos que es en el sistema americano de crianza intensiva, a los dos años van a tener su primer parto.
“Es decir son novillas que están siendo preñadas a los 15 meses, paren a los 24 y van a arrancar su primera lactancia. Cuando estas terminan este periodo y vuelven y quedan gestantes entonces va a pasar otro año hasta que nacen las hijas de la segunda cosecha de ese toro y en ese momento es considerado un toro probado, lo que tradicionalmente se conoce como prueba de progenie”, describe Guaquetá.
Esto quiere decir que hay que tomar mucho tiempo y tener mucha paciencia para saber si es un toro positivo o negativo en las características.
Evaluaciones genómicas
En palabras de Guaquetá, “al mismo momento del nacimiento en la selección de los toros, ese ternero es testeado o muestreado y se le hace una prueba genómica que se compara con todos los valores y las cifras del banco de datos que tiene el consejo de criadores de ganado lechero de Estados Unidos y genera unas cifras”. (Lea: Genoma y clasificación lineal, cómo influyen en la genética ganadera)
Si el ternero es positivo, entonces inicia el proceso de crianza y producción de semen, que se da generalmente al año, para luego tener nueve meses de la gestación de las hijas de ese toro hasta el nacimiento.
“Y aquí ya empezamos a verificar los resultados de ese toro contra la predicción del futuro de ese reproductor, que es lo que nos da la prueba genómica”, expone Guaquetá.
El experto asegura que hay que tener claro que la genómica es una disciplina científica que se encarga de hacer la secuencia completa del ADN de un organismo, en este caso de los bovinos. Esto muestra un mapeo genético con el que se puede saber qué patrones de transmisión genómicos tiene el animal. (Lea: ¿Sabe cómo se aplica la genómica en la ganadería?)
“No solo podemos resolver las dudas con respecto a los animales recién nacidos, sino que también una de las principales aplicaciones de la genómica hoy en día, es el trabajo sobre donantes de embriones, para saber cuál es realmente la información”, expresa Guaquetá.
Esta información está basada en la transmisión de Fedegan llamada ‘Aplicaciones prácticas de la genética en las fincas’, para conocer más detalles de esta, presione el siguiente enlace.