Con la llegada del fenómeno de El Niño, muchos ganaderos de diversas regiones del país están teniendo dificultades para mantener la productividad e incluso el estado corporal de sus bovinos. A continuación, le presentamos algunas alternativas de alimentación en este intenso verano.   En esta época de escasez de lluvias, se reduce la disponibilidad de pastos para alimentar a los ganados. Ante la necesidad de conseguir comida para el ganado, los productores optan por comprar silos o henos, o utilizar otros suplementos que podrían reemplazar el pasto temporalmente.   Las alternativas más recurrentes son los silos y los henos, que los ganaderos elaboran con cultivos propios, aunque la gran mayoría los compra porque no dispone de la infraestructura para hacerlos en su propio predio, lo que encarece el costo de alimentación.   Por esta razón, los propietarios de ganado se ven obligados a elegir otras opciones más económicas. Alejandro Maestre Farfán, veterinario ubicado en el departamento del Magdalena, apuntó a la melaza como una solución.   “La melaza, que es bastante económica y fácil de conseguir, es un suplemento de energía ágil y rápido para las reses. Aporta los índices necesarios para la actividad diaria del animal”, precisó. (Entrevista: 7 dietas para suplementar ganado durante el verano según la región)      Árboles   Otra alternativa económica es recurrir a diversas leguminosas o al ramoneo con los árboles que están en el predio, como indicó Jhon Harold Perdomo, médico veterinario y antiguo profesional del Fondo Nacional del Ganado (FNG).   “Un animal mal alimentado nunca tendrá buena producción y menos en esta época de verano. Por eso, árboles como lucerna, cratylia y leucaena son benéficos para la alimentación de los semovientes a un bajo costo”, puntualizó.   Otros como el tilo, el matarratón, el sauco o el orejero, tanto sus hojas como sus rebrotes o frutos también son fuente de alimento para los semovientes. (Lea: La dieta ideal para el ganado en época de verano y con bajo presupuesto)     Granos   De otro lado, el nutricionista argentino Aníbal Fernández Mayer elaboró un artículo donde describe dietas para bovinos. Aunque se centra en la región pampeana de Argentina, sus recomendaciones podrían servir a ganaderos de nuestro país.   Por ejemplo, para suplementos energéticos aconsejó el uso de granos de cereal, que tienen altos porcentajes de materia seca, almidón y digestibilidad, así como también aportan proteína. Entre estos se destacan el maíz, el sorgo, la cebada, el trigo y la avena.   Antes de suministrarlos, el experto indicó que se debe realizar un adecuado acostumbramiento del rumen, que debe durar entre 12 a 15 días y se debe hacer en los comederos tradicionales. Primero se ofrece 0.5% del peso vivo y se aumenta la ración una tercera parte cada día hasta que los animales dejen residuos.   No hay que olvidar la adición de fibra de cualquier origen, así como también se deben monitorear las bostas con regularidad para advertir si hay diarrea, en cuyo caso se debe volver a la alimentación con pastos hasta que las heces sean más firmes.     Materias primas   Asimismo, materias primas para la elaboración de concentrados pueden constituir una buena alternativa, como harina de yuca o de arroz, la torta de soya, fríjol soya o glicerol, que son buenas fuentes de energía o proteína. (Lea: Use gluten húmedo para reemplazar al pasto en época de escasez)   Dagoberto Carpintero, zootecnista de la Universidad de Cundinamarca y asesor nutricional de ganaderías de leche, también propuso otras alternativas, como ensilajes de avena, o el gluten húmedo o Corn Gluten Feed, que ha comenzado a utilizarse con mayor frecuencia.   “El gluten húmedo es un subproducto de la molienda de maíz húmedo, tiene una fibra similar a la del pasto (40-60% de FDN para el caso de los forrajes de la sabana de Bogotá), unos contenidos de almidón entre 15 y 18%, y una proteína de 21%, muy similar a la que debe tener un pasto”, indicó.   También se pueden emplear residuos de cultivos, como papa, calabaza, auyama, zanahoria, yuca, plátano, banano y cítricos. En trópico bajo, usted puede apelar a los desechos de plátano, banano, frutales y cítricos que son aptos para dárselos a las reses.     Fibra   Además de la energía y la proteína, los animales requieren una fuente importante de fibra para continuar su producción. De hecho, como señaló Carpintero, este componente es el que más hace falta porque se obtiene de los pastos. (Reportaje: Dietas para vacas, a prueba de calentamiento global)   Por su parte, Fernández Meyer indicó que “la fibra promueve una mayor masticación (efecto mecánico), y con ella se genera una alta cantidad de saliva que en el rumen, a partir de sustancias amortiguadoras (fosfatos y carbonatos), evita un descenso brusco de la acidez y que se produzca una caída de la producción (carne o leche) hasta la muerte del animal”.   Por este motivo, los ganaderos saben que la mejor forma de suministrar fibra es a través de henos de diversos cultivos, tanto de leguminosas como de gramíneas, pues si bien estas últimas son las más utilizadas, las primeras son más ricas en proteína y calcio.