Gracias a sus particulares rasgos y atributos, esta raza ha ido abriéndose un lugar dentro de la ganadería colombiana. Un experto en el tema explica las razones por las que considera debería haber más ejemplares en el país.
El pasado 20 de junio de 2013 durante una feria ganadera realizada en la ciudad de Montería se facturaron alrededor de $956 millones producto de la venta de 882 búfalos subastados, de los cuales la gran mayoría pertenecían a la especie Diamante negro.
Cada vez se hace más frecuente el encontrar ejemplares de esta raza en los predios colombianos. Las cifras de su rendimiento son elocuentes: un ejemplar es capaz de producir 1.283 litros de leche mensuales y 1.425 kilos de carne cebada en el mismo lapso de tiempo. (Lea: El búfalo, alternativa económica y productiva para el sector)
Para Juan José Salleg, propietario de la Bufalera Monterrico ubicada en Montería y representante del comité bufalista de Córdoba y de la Asociación colombiana de criadores de búfalos, Asobúfalos, son muchas las características que constituyen una ventaja competitiva frente a los subproductos de ganado vacuno, y es por esto que la raza se roba la mirada de los compradores.
“Con el búfalo se puede utilizar el 100% de la finca durante todo el tiempo. Es decir, estos animales nos permiten aprovechar desde tierras bajas hasta tierras altas. Además, es una especie relativamente nueva en Colombia pero muy antigua a nivel mundial que ha sido explotada hace miles de años en países como India”, afirmó Salleg.
Asimismo, el criador de búfalos aseguró que en Colombia se reconoce el gran poder de la leche y el alto valor nutritivo en la carne del animal, también la rusticidad que los hacen resistentes a muchas de las enfermedades que se presentan en el medio tropical del país, lo que reduce su consumo de fármacos y lo que ayudan a economizar en el mantenimiento de las fincas, pues con tan solo una cuerda de alambre eléctrico es suficiente para mantenerlos dentro de un potrero. (Lea: Búfalos, la gran apuesta para fortalecer producción ganadera en la región Caribe)
Aunque en el país existen varias teorías negativas alrededor de los Diamante negro, de acuerdo con Juan José Salleg el único aspecto en contra de la raza es la falta de información de la especie en el país.
“El desconocimiento de la especie en Colombia lo perjudica. El gran problema que afrontan los búfalos, es el reducido número que tenemos en nuestro país. Por esto, tenemos que trabajar fuertemente para hacer crecer el hato”, aseveró el propietario de la Bufalera Monterrico.
En Colombia, en los departamentos de Córdoba, Atlántico, Bolívar, Magdalena, La Guajira, Meta y Arauca, cada vez más son más los ganaderos que se han dado cuenta de lo rentable y productivo de esta especie.