El sobrepastoreo es tener muchos animales en un área en la que consumirán todo el forraje y el rebrote en cuanto salga.
“Cuando escuchamos sobrepastoreo, traemos a nuestra mente la imagen de un potrero degradado en el que el pasto fue quitado sucesivamente hasta desaparecer por completo. Si bien esta imagen corresponde al pastoreo continuo, debemos tener en cuenta algunas definiciones que ayudarán a comprender la diferencia entre el sobrepastoreo y el pastoreo severo”, describe Jaime Elizondo, ingeniero agrónomo y experto en ganadería.
El sobrepastoreo se refiere a la situación en la que el ganado consume más pasto del que la tierra puede regenerar de manera natural. Este ocurre cuando hay un número excesivo de animales pastando en un área determinada durante un periodo prolongado. (Lea en CONtexto ganadero: 3 pasos para no quedarse sin pasto en su finca)
En palabras de Elizondo, “el sobrepastoreo ocurre cada vez que se consume una planta antes que se recupere por completo y nuestro ganado vuelve a pastorear el rebrote”.
Este sobrepastoreo conduce a la degradación del suelo, la pérdida de la biodiversidad, la erosión del suelo y la disminución de la calidad del pasto, lo que a su vez afecta negativamente a la capacidad del ecosistema para sostener la vida silvestre y otras formas de vida vegetal.
En contraste con este se encuentra el pastoreo severo, que es un término que se utiliza para describir una forma extrema de sobrepastoreo en la que el impacto negativo en el ecosistema es especialmente grave. Este tipo de pastoreo puede provocar desertificación, la pérdida total de la capa fértil del suelo, la degradación del hábitat y la disminución drástica de la biodiversidad.
“El sobrepastoreo ocurre cuando volvemos a pastorear una planta demasiado pronto o demasiado joven. Sucede principalmente cuando el crecimiento del pasto disminuye debido a condiciones de crecimiento deficientes como la falta de lluvias o las bajas temperaturas”, afirma Elizondo. (Lea en CONtexto ganadero: Efecto del sobrepastoreo en un pastizal de altura)
En ese sentido, para no caer en este error de sobrepastorear o llegar hasta una degradación total con un pastoreo severo, el productor necesita es un pastoreo con alta eficiencia de cosecha para que el rebaño tenga más tiempo de descanso con los pastos. Es ahí donde entra el miedo de pastorear porque no se sabe si se está haciendo de manera correcta o si se está sobrepastoreando.
Según el experto, cuando se tiene ese miedo es cuando el productor debe investigar sobre el pastoreo no selectivo o de alta eficiencia de cosecha.
Este tipo de sistema permite “que se pastoree con un volumen de plantas mucho mayor, pues las plantas completamente recuperadas dan un volumen mucho mayor que las que se pastorean cuando están muy jóvenes”.
Para pasar de un estado de sobrepastoreo a un pastoreo no selectivo de alta eficiencia de cosecha es necesario implementar prácticas de manejo ganadero que promuevan la utilización equilibrada de los recursos naturales y una gestión sostenible del pastoreo.
A continuación, algunos pasos que pueden ayudar en el proceso:
- Planificación del pastoreo.
- Rotación del pastoreo.
- Manejo de carga animal.
- Pastoreo no selectivo.
- Monitoreo y adaptación.
- Educación y capacitación.