Decisiones del ganadero: ¿estructuradas o emocionales?

Cuando una finca carece de una administración adecuada, las decisiones tienden a ser influenciadas por emociones, impulsos o circunstancias momentáneas en lugar de estar basadas en datos, análisis y objetivos a largo plazo.

Fausto Bermúdez, CEO de la escuela Ranching 4 Profit, expone que muchas veces, la contabilidad y administración tradicional son difíciles de aplicar en el sector agropecuario debido a que el ganadero no tiene claro qué papel juega la tierra, los bovinos y la finca en los activos, la utilidad y muchos otros términos que hacen parte del mundo de la administración.

El experto señala, que “en la contabilidad tradicional de cualquier industria, funciona la operación de ingresos menos egresos. Sin embargo, esto no aplica de igual forma en el sector agropecuario”.

Una administración sólida proporciona la estructura y los procesos necesarios para tomar decisiones informadas y estratégicas en una finca. Por lo tanto, esta situación mencionada por Bermúdez genera una confusión en el proceso de toma de decisiones dentro de la finca. (Lea en CONtexto ganadero: Qué tener en cuenta para tomar una decisión a largo plazo en ganadería)

De acuerdo con el profesional, “el productor debe tener claro que las decisiones que se están tomando son importantes, así como el peso o las implicaciones que tienen estas decisiones porque si no se tiene la certeza monetaria de las decisiones que se toman, el ganadero sigue basando su determinación en sentimientos, complicadas y basadas en ideales”.

Bermúdez afirma que si las decisiones no están basadas en datos e información obtenidos del día a día de la finca, los objetivos no están siendo claros y hay una confusión en el trabajo a largo plazo.

“El paradigma más grande de la ganadería es la utilidad. El ganadero está tan acostumbrado al negocio familiar y tradicional, que piensa que porque es el dueño de la tierra, puede aceptar márgenes más pequeños. Sin embargo, las generaciones actuales cambiaron y necesitan tener claro el valor de la producción y el valor de la tierra”, describe Bermúdez.

La falta de administración adecuada puede llevar a una serie de problemas en una finca. Por ejemplo, el desperdicio de recursos como el tiempo, el dinero y los materiales en actividades poco productivas e innecesarias.

Además, la ausencia de una administración estructurada dificulta la planificación estratégica, lo que puede resultar en una dirección errática y una falta de claridad sobre los objetivos y metas de la finca. Esto puede afectar negativamente la calidad de los productos o servicios ofrecidos por la finca, lo que a su vez puede dañar su reputación en el mercado.

Finalmente, para implementar una administración efectiva en una finca, es importante seguir algunos pasos que incluyen el establecimiento de roles y responsabilidades claras para cada miembro del equipo, la utilización de sistemas de gestión adecuados, la proporción de capacitación y desarrollo profesional al persona, la promoción de una cultura de transparencia y responsabilidad, etc. (Lea en CONtexto ganadero: 4 aspectos claves que ayudan a tomar decisiones en el proceso de selección genética)