El pasto Cuba 22 puede crecer en condiciones ambientales variadas lo que permite ser utilizado en diferentes sistemas de producción y especialmente en épocas de sequía para alimentar los animales.
El pasto Cuba 22 solo tiene beneficios para el ganado que lo consume. Entre ellos se cuenta el hecho de que lo pueden ingerir reses de lechería especializada y doble propósito, porque puede crecer en condiciones ambientales variadas.
Sin embargo, requiere de un manejo cuidadoso para aprovechar al máximo su potencial. Buen manejo pluvial y fertilización harán del Cuba “el pasto de corte que todo productor quiere en su predio para tener picos altos en producción de leche.”
Para lograr una siembra y cosecha adecuada, Mario Noreña, docente en pastos y forrajes en la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, habló sobre esta pastura, que calificó como de alta biomasa, buena relación entre hoja y tallo, frente a otras gramíneas, y favorabilidad por no tener pelusa. (Lea en CONtexto ganadero: Soluciones para recuperar hato lechero en Colombia)
Tiene un rango de adaptabilidad “moderadamente bueno. Se siembra en zonas transicionales, de clima medio y frío, ventaja especial”, anotó el experto en pasturas, al añadir que esta incidencia es “interesante porque cubre zonas especializadas en leche y de doble propósito, bondad que favorece a diferentes sistemas de producción”.
Cuba 22 es un pasto de corte que se da a los rumiantes fresco y picado. Se puede ensilar pero se requiere de un manejo prudente para que el animal lo consuma en un estado nutricional eficiente. Se pueden hacer silos tres veces al año, es un pasto que se puede sembrar a un metro de distancia entre mata y mata y una hectárea produce alrededor de 70 toneladas de ensilaje. Puede durar hasta dos años almacenado sin que le pase nada.
“Lo que se trabaja es pasto fresco cortado y la alimentación no solo implica a razas bovinas, sino también ovejas, cabras y equinos, en síntesis, es para la mayoría de rumiantes, ventaja considerable”, apuntó Noreña.
De igual manera, resaltó que si se ensila se debe hacer a una edad temprana de su cosecha. El mayor provecho se logra cuando el pasto está tierno porque uno muy fibroso no tiene beneficios. Puede hasta dañar la bolsa del ensilado. Si se ensila además se recomienda añadirle melaza u otro aditivo que mejore la actividad bacteriana en el producto. (Lea: 2.000 vacas muertas por nitratos y MinAgricultura no actúa)
La siembra
Los tallos se cortan de la planta madre cuando están ‘jechos’ o maduros. Si se siembran tiernos no habrá rebrote y no surgirá una nueva planta. “Si se siembra el tallo maduro se tiene la posibilidad de que haya una mejor respuesta para que rebrote”, indicó el docente de la Universidad Nacional.
Una vez cortado el tallo no se puede demorar más de 10 días su siembra porque podría rebrotar fuera del suelo y lo ideal es que nazca una planta en un terreno adaptado. (Lea en CONtexto ganadero: 3 pruebas para evitar compactación del suelo donde crece pasto para vacas)
Otro punto a resaltar es que el tallo del Cuba 22 es grueso, pero eso no implica que se siembre por completo en el suelo. Se sugiere cubrirlo en gran parte y dejar una parte visible.
Este pasto puede producir entre 80-120 toneladas de forraje verde por hectárea al año. Se hace el corte cada 45-60 días, es usado en sistemas de doble propósito principalmente como un pasto de corte, aunque también se puede pastorear.
Nutrición
El valor nutricional que pueda recibir un pasto depende del manejo agronómico que se dé al suelo. Con el Cuba 22 se puede llegar a picos de 20 % en proteína, pero es necesario acudir a una adecuada fertilización. Según Noreña, el mínimo porcentaje de proteína que puede alcanzar con fertilización es de 15%. No obstante, se convierte en un pasto de corte con buena palatabilidad y digestibilidad.
Eustorgia Méndez Pérez, ingeniera agropecuaria y profesional de gestión de proyectos estratégicos del Fondo Nacional del Ganado, FNG, señaló que el Cuba 22 requiere una adecuada pluviosidad y fertilización, porque los pastos con buena biomasa y con un valor nutricional alto, necesitan regresarle al suelo lo que ha absorbido.
“Con buen manejo de fertilización y agua, ya sea de lluvias o riego, se desarrolla muy bien el pasto”, apuntó la ingeniera agrónoma. (Lea en CONtexto ganadero: 5 curiosidades del pasto que consume el ganado)
Su principal limitante es su elevado contenido de fibra detergente neutra (FDN), superior al 50%, lo que hace que su consumo sea limitado por los animales. Esto se debe a su alto contenido de tallos y menor contenido de hojas. A mayor porcentaje de FDN, menor será el consumo de fibra por los animales. Por esta razón no se debe usar como única fuente de alimentación, debe ser mezclado con leguminosas para incrementar su valor nutricional.
Es así como el ganadero que tenga en cuenta las consideraciones anteriores podrá tener una dieta nutricional ideal con el Cuba 22 para que los bovinos crezcan fuertes y produzcan leche de alta calidad.