En México existen varios sistemas de producción con vacunos, definidos según la región ecológica que son similares a los de Colombia y América Latina. Aquí le presentamos cuáles son estos 7 sistemas y las características que presentan cada uno.

Según los expertos Canizal, Moreno y Pérez, cada uno de los 7 modelos tienen limitantes que no permiten una mayor producción de alimento de origen animal. Así describieron los sistemas de producción y sus correspondientes características:

Modelo de venta de becerros al destete

Este modelo es predominante en las regiones árida y semiárida. Se adapta a un periodo de 90 a 120 días de buena alimentación (época de lluvias), lo que permite el crecimiento del becerro con probabilidad regular de que las vacas queden gestantes nuevamente.

La extracción de los becerros y vacas horras se debe a la falta de forraje. Se destaca que el ganado depende exclusivamente de los forrajes de los pastizales naturales, la estacionalidad está muy marcada para la monta y la fuente de ingresos es la venta de los terneros.

Modelo de cría y engorda de ganado

Este modelo se encuentra en zonas tropical seca y húmeda y consiste en periodos de 180 a 270 días de buena alimentación, lo cual permite producir un novillo terminado de más de 350 kg de peso vivo en un año de pastoreo, con la probabilidad que las vacas queden gestantes.

La extracción de novillos en pastoreo también se lleva a cabo con mayor flexibilidad. El ganado depende del forraje que producen las praderas permanentes de tipo tropical y hay mayor inversión de capital y mano de obra por unidad de superficie o cabeza de ganado.

A diferencia del primero, la estacionalidad es más flexible en la monta y partos, hay retención de crías de hembras y machos por 1 o 2 años después del destete, compras anuales o bianuales de novillos por ceba, y venta de novillos y vacas horras según el grado de gordura y precio del mercado.

Sistema de producción de doble propósito

Se practica en las explotaciones pecuarias de las regiones tropical seca y húmeda. El modelo se adapta al periodo de 150 a 210 días de buena alimentación, lo cual permite dedicar al ganado cebuino a la producción de carne y leche, con la probabilidad de que las vacas gesten de nuevo.

La extracción de novillos también se lleva a cabo con mayor flexibilidad. El ganado solo depende de los forrajes de las praderas permanentes del trópico y el ordeño se realiza con ternero al pie y se separan de la madre por 8 a 14 horas diarias. La cría de machos y hembras se hace por igual.

Este modelo tiene una adaptación forzada por la necesidad económica, se auxilia con la venta de la leche. Sin embargo, debido a la mala calidad de los forrajes y a la sequía, es ineficiente la producción de carne y leche. (Blog: Las 10 principales razas bovinas para carne en México)

Modelo de producción de leche con alfalfa

Este modelo se presenta en regiones templadas, áridas y semiáridas en regiones de riego. Se adapta tradicionalmente al cultivo de la alfalfa con riego, la cual se siembra en suelos y alturas diversas sobre el nivel del mar. El método es el mismo con 5 a 15 vacas o en establos con más de mil vacas.

El ganado depende esencialmente de la alfalfa de riego como forraje de corte y también hay estabulación completa con elevadas inversiones de capital y mano de obra. Los machos se sacrifican a los días de nacido, mientras que otros ranchos crían y engordan a los machos.

La fuente de ingresos dominantes es la venta de leche A juicio de los autores, este modelo es poco elástico y vulnerable a trastornos económicos por el alza de precios en los forrajes y concentrados, así como por su elevado requisito de mano de obra y altas inversiones por vaca.

Sistema de engorda de corrales

Este sistema ampliamente utilizado en países industrializados, no es tan popular en los países en desarrollo, debido a la escasez y alto costo de los alimentos (granos, pastas oleaginosas y forrajes de corte), aunque sí se combina el confinamiento total con alimentación en praderas.

La adopción de este sistema puede ser recomendable si se realiza por períodos cortos (90-120 días) y se emplean pajas y rastrojos, subproductos agroindustriales (bagazos, melazas), desechos pecuarios (estiércol, gallinaza) y nitrógeno no proteico (urea, sales de amonio, etc.).

También se emplean hormonas exógenas como estimulantes de crecimiento y bicarbonato de sodio como regulador del pH ruminal por las cantidades elevadas de grano en las dietas. (Lea: México busca proveer carne de óptima calidad al mercado nacional e internacional)

Sistema intensivo con pastoreo rotacional

Es una forma de explotación de ganado utilizando praderas irrigadas en donde ya sean los reproductores o el ganado para abasto, se explotan en forma tal, que el forraje es cosechado a través de los animales que reciben cantidades variables de complemento alimenticio.

Este sistema que en ocasiones se combina con praderas o corrales, los animales se mantienen en superficies relativamente pequeñas. Se caracteriza por una elevada densidad de pastoreo, con una rotación frecuente de potreros y gran número de divisiones utilizando cerca eléctrica.

Se aplican prácticas agronómicas intensivas (forrajes introducidos, control de malezas, fertilización y riego) y prácticas de manejo (prevención de enfermedades, control de endo y ectoparásitos). (Lea: La importancia de elegir el sistema de producción adecuado)

Modelo de subsistencia o no definido

Este modelo se encuentra en las regiones templadas y montañosas. Las características que presentan no son fáciles de definir. Por los que se presentan dos submodelos que sobresalen:

1. Lechería trashumante: El ordeño es parcial y estacional. Después el ganado se mueve a tierras de cultivo donde se recoge el esquilmo agrícola. La producción de leche se utiliza para hacer quesos o se vende para su industrialización.

2. Producción de bueyes para trabajo: Este submodelo se encuentra al sur en terreno montañoso, la producción de bueyes para trabajo, ovejas y cabras toma el lugar. En algunos casos los bueyes para trabajo es mayor que las vacas de vientre.