Luciano Acosta, CEO de una empresa de riego, dice para el canal Agrotendencias que los productores en general riegan sin tener en cuenta muchos datos e información, pues lo “hace de forma sistemática o cuando detecta que el cultivo se viene abajo por falta de humedad”. (Lea: Diseñan un manual de recomendaciones para optimizar la utilización del agua para riego)

A raíz de esto, Acosta dice que está utilizando un sistema que, por medio de imágenes satelitales y datos de estaciones meteorológicas, el algoritmo calcula el momento exacto en que se debe aplicar el riego y la cantidad exacta para cada lote.

Todo esto, con la intención que el productor haga una reducción de inversión, debido a que el riego tiene un costo muy elevado.

La idea es que el productor tenga en cuenta cuál es su tipo de cultivo, así como la necesidad de humedad que esté presente, que va muy de la mano con la etapa en la que se encuentre.

En este punto, el experto dice que se debe tener en cuenta una planificación de riego en donde por un estimado de días, se pueda saber cómo poder regar cada lote, de tal forma que se pueda organizar cómo se iría consumiendo el agua si se aplica el riego de esa manera.

Todo esto, con la intención de saber qué prioridad se le puede dar a cada lote, conociendo la carga hídrica que se tenga en el suelo y así lograr acomodar el riego de forma más eficiente.

En palabras de Acosta, el sector y el productor ha cambiado, porque ahora ya no analiza la humedad con la mano, sino que está usando “la digitalización de la parte agrícola, que está cada vez más presente, lo cual ha generado ese vínculo de poder ver las cosas constantemente desde el celular, ver cómo evoluciona el cultivo, cuándo volver a regar y cómo organizarse”.

Es por esto, que para lograr conocer aspectos claves como la frecuencia y cantidad de riego, la digitalización es clave, lo cual conlleva que se tenga conectividad en muchas de las zonas rurales mundiales. (Lea: Cuál es el sistema de riego que más le conviene)

Hay sistemas de inteligencia artificial que no funcionan sin conectividad, lo cual es “un limitante si se quiere entrar en un preciso momento a ver un dato del cultivo”, afirma Acosta.

Sin embargo, para hacerlo menos moderno y más dinámico, el manual del Gobierno de Chile llamado Cómo determinar cuánto y cuándo regar, dice que lo primero que se debe determinar es la cantidad de agua que necesita el cultivo, que se puede calcular con la siguiente expresión:

ETc= Eto x Kc

En donde, ETc es la evapotranspiración de cultivo que es igual a la demanda hídrica (mm/día), ETo es la evapotranspiración de referencia (mm/día) y Kc es un factor que ajusta el valor a la condición de cultivo.

Esta expresión es clave para el momento de determinar cuándo regar, que es cuando hay que reponer el agua al suelo y que está relacionado con el tipo de riego que se disponga.

Todo esto, teniendo en cuenta que un factor esencial en riego es el suelo, pues independientemente del sistema de riego que se disponga o que se requiera implementar, las características del suelo determinarán cuándo regar.