Los toros reproductores son los principales responsables de transmitir las características genéticas a las futuras generaciones de bovinos, por lo que su elección y manejo son fundamentales. Sin embargo, llega un momento en que el rendimiento de un semental puede verse comprometido, y la decisión de reemplazarlo se convierte en una necesidad. (Lea en CONtexto ganadero: La elección del mejor toro depende del hato actual y será decisiva en el largo plazo)
Miguel Sánchez Flores, médico veterinario, explica que en muchas fincas “siguen usando la monta natural como primera opción y como segunda la inseminación artificial, con la cual se usan los toros para la conocida repasada”.
Los toros son animales fundamentales en el proceso de reproducción de una finca, pues el 50% de los resultados de este proceso dependen de su vitalidad y efectividad.
De acuerdo con Sánchez Flores, existen unos factores que influyen en el cambio de un semental bovinos: riesgo de consanguinidad, edad avanzada o bajo desempeño, toros agresivos o territoriales, descendencia con problemas genéticos y cambios de objetivos genéticos.
Riesgo de consanguinidad: “Es originada por el cruzamiento de animales emparentados. Por lo que, si ya pasó cierto tiempo, ese semental y ha dado sus hijas, es muy importante que no se vayan a preñar con algún pariente porque puede representar un gran peligro para la ganadería y presentarse malformaciones”, describe el profesional.
La consanguinidad en bovinos puede dar lugar a problemas como disminución de la fertilidad, debilidad en los terneros, susceptibilidad a enfermedades y disminución en el rendimiento productivo, tanto en carne como en leche.
Edad avanzada o bajo desempeño: Aunque un toro joven y vigoroso puede tener un rendimiento reproductivo óptimo, la fertilidad de un toro tiende a disminuir con el paso de los años. Según Sánchez Flores, “los toros generalmente tienen una vida reproductiva buena, con excelente fertilidad hasta los 7 o máximo 9 años, pero de ahí la fertilidad va en decadencia”.
Comportamiento agresivo o territorial: El experto menciona que los toros pueden ser agresivos, por lo que si se tiene un animal con estas características, por muy bueno que sea, hay que sacarlo de la finca porque el temperamento se hereda.
Además, los toros con un comportamiento agresivo pueden estresar a las vacas, lo que puede tener un impacto negativo en su bienestar y en su eficiencia reproductiva.
Descendencia con problemas genéticos: Las mutaciones y los defectos hereditarios pueden ser transmitidos por el toro, afectando su salud, la longevidad y la productividad de las crías. En palabras de Sánchez Flores, “si el productor se da cuenta de eso, definitivamente hay que removerlo porque nos puede causar este tipo de problemas”. (Lea en CONtexto ganadero: Si quiere elegir a un toro para su finca, preste atención a estos aspectos)
Cambios en los objetivos genéticos: Con el tiempo, las metas de la empresa ganadera pueden cambiar, ya sea en respuesta a las demandas del mercado, las condiciones ambientales o la evolución de las prácticas ganaderas. Por lo tanto, cuando estos objetivos cambian, el semental también debe cambiar para asegurar que la descendencia esté alineada con las nuevas prioridades.