Ricardo Arenas, médico veterinario especialista y Profesional Amigo Ganadero, advirtió que uno de los errores más comunes en los que se puede incurrir durante la ceba es tener potreros de gran extensión, de modo lo que los animales deben desplazarse más de lo que deberían.

«El objetivo no es tenerlos en confinamiento pero sí reducirles al máximo el movimiento. Lo otro es un tema estructural de la ganadería, la genética de los cruces, pues los animales de pronto no son los mejores para cebar, aunque en los últimos años hemos mejorado muchísimo en eso», detalló el experto.

El experto también advirtió que por evitar molestar a los bovinos durante esta etapa, se deja de interactuar con ellos, lo que puede ser contraproducente y se vuelven ariscos. (Lea en CONtexto ganadero: Alimentación estratégica, clave para el ganado de ceba)

Otra práctica habitual que es errada es cebar animales castrados para un mejor manejo, a los cuales se les debe suministrar hormonas, que el mercado acepta cada vez menos. Además, precisamente como son animales que salen para su beneficio, los ganaderos olvidan la importancia de su piel.

«A veces dejamos de lado del cuero y es un subproducto importante. (Entonces) los marcamos demasiado con hierros que arruinan la piel, o aplicamos inyecciones o vacunas sin tener las precauciones del caso y se producen quistes en el músculo (como la tabla del cuello)», precisó.

En este artículo (en inglés), el experto Alan Dillon de la Autoridad de Desarrollo Agrícola y Alimentario de Irlanda, señaló que hay algunas consideraciones que a menudo se pasan por alto, además del forraje y los concentrados que afectarán la ceba del ganado.

A su juicio, cuando se trata de engordar ganado, tampoco hay que confinar de manera excesiva a los animales, y en cambio procurar un acceso más fácil al alimento pero sobre todo al agua. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Cómo adaptar al bovino cuando empieza la etapa de ceba?)

El irlandés añadió que el mal manejo de la alimentación puede afectar al ganado, cuando se mezcla ensilaje viejo con el alimento nuevo encima. El alimento vencido se calienta y produce un olor que reducirá el consumo del ganado. Por ello se debe retirar el ensilaje no consumido antes de ofrecer uno nuevo.

Sobre la alimentación, Arenas habló sobre la dieta y su relación con la genética: «Para que el animal logre expresar todo su potencial genético, hay que darles suficiente comida. Y, por otro lado, no hay que dar más comida a los ejemplares que se sabe que no van a producir más».

Finalmente, detalló otro error que puede costar la rentabilidad del negocio: luego de haber hecho un trabajo muy juicioso en etapas previas y en la ceba, a la hora de movilizarlos las condiciones de transporte no son óptimas y los hacen perder mucho peso, de ahí la importancia de cuidar el bienestar animal en todos los momentos, incluido el transporte.