La identificación de ganado data de hace más de 4000 años, pero solo hasta hace unas décadas se han empezado a emplear tecnologías para hacerla más eficiente. Estas se han privilegiado porque son métodos menos dolorosos para el animal, aunque en algunos casos no es posible usarlos.
Por medio de la guía “Buenas prácticas para la industria de la carne”, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ofrece una lista de recomendaciones de algunas alternativas de identificación.
No obstante, como se trata de una publicación dirigida a las comunidades de productores en países en vías de desarrollo, los métodos se analizan con base en el trasfondo de estos países. (Informe: La lista de los sistemas desarrollados para identificar el ganado)
La guía señala que la identificación también depende de los requerimientos del mercado, y aun cuando los nuevos estándares en términos de rastreabilidad del animal y de sus productos han sido difundidos, aún se necesita la identificación basada en el individuo o por grupo.
En este sentido, recuerda que los hierros y tatuajes “deben ser usados solo cuando no hay otra alternativa factible de identificación de la propiedad animal, y deben eliminarse tan pronto como sea posible”, debido a sus desventajas en materia de bienestar animal.
De otra parte, los métodos basados en características genéticas (secuencias de aminoácidos, huellas nasales, etc.) tampoco podrían ser una alternativa viable y deben desecharse de las comunidades de productores en estos países por el costo que representan.
Por lo tanto, los aretes en variadas formas y las distintas clases de dispositivos de identificación de radio frecuencia (RFIDs o microradiofaros) constituyen la mejor opción. (Lea: ¿Conoce cuáles son los requerimientos del DIN para identificar el ganado?)
“Los mejores métodos caen en combinaciones de aretes y radiofaros (con arete y radiofaro en el arete, subcutáneo o en el rumen)”, pero estos son caros. Entonces, el método más rentable será “una combinación de códigos visuales y de barras en aretes o aretes visuales solamente”.
La guía resalta que “los aretes deben producirse centralmente y distribuirse a fin de ejercer un control máximo sobre el sistema de identificación y garantizar las normas de calidad”, así como “también deben ser construidos para evitar falsificaciones”.
Según la organización, los propietarios de ganado bovino o bufalino pueden optar por aretes plásticos grandes, en tanto que los de ovinos y caprinos pueden usar aretes plegables de aluminio o bronce, y los de porcinos, aretes plásticos tipo botón.
Sin duda alguna, la FAO recordó que los requerimientos del mercado y de la comunidad de productores tienen que combinarse con consideraciones económicas y prácticas al decidir. (Lea: "La trazabilidad va más allá de colocar la chapeta": gerente de IdentifICA)
Finalmente, reiteró la importancia de establecer estándares que se deben seguir todo el tiempo para no comprometer la integridad del sistema, por ejemplo, con el uso de aretes baratos que se caen o usando radiofaros baratos “rechazados” con una tasa alta de fallas.