La adaptación o aclimatación es un conjunto de procesos mediante los cuales un animal se adapta al medio ambiente en el que tiene que vivir. Por ejemplo, el grado de calor o frío es uno de los factores más importantes a la hora de elegir la raza bovina para introducir en la finca.
En cambio, si se introduce un animal en un nuevo ambiente donde debe soportar condiciones adversas, no podrá aclimatarse y desmejorará su estado. Esto ha ocurrido con frecuencia al introducir ejemplares de razas de zonas templadas en un ambiente tropical.
Según el artículo “Definiciones de vocablos usuales en ganadería en Argentina”, la aclimatación al calor de un animal, como un bovino, puede ser temporal o permanente, dependiendo de tres factores: (Lea: Recomendaciones a la hora de aclimatar al ganado bovino)
Si este aumenta su pérdida de calor; si reduce su producción de calor o si eleva la tolerancia de sus tejidos a temperaturas altas y fluctuantes. Los vacunos de regiones templadas se adaptan más fácilmente a un calor fuerte e intermitente que a otro más moderado pero continuo.
Así pues, en zonas áridas subtropicales de América y Australia, razas de ganado vacuno europeo (ejemplares de bos indicus), que están habituadas a los climas templados de este continente, están expuestas durante los meses de verano a un calor considerable.
Sin embargo, este ganado prospera en dichas zonas porque se trata de un calor intermitente, que disminuye por las noches en los meses de verano y no existe durante los meses de invierno. (Informe: ¿Qué tipo de raza bovina debería tener de acuerdo al piso térmico?)
De acuerdo con el artículo, existen distintos grados de aclimatación o adaptación dependiendo de la habilidad o inhabilidad de los animales para acostumbrarse a su entorno y continuar con su rendimiento. Entre estos, se encuentran los siguientes niveles:
- Naturalización: Se da cuando se trasladan animales a un clima semejante al de su origen y en donde las diferencias ambientales son mínimas.
- Adaptación absoluta: Cuando los animales que son llevados a un medio distinto al de su origen mantienen intactas sus capacidades productivas económicas.
- Adaptación relativa o degenerativa: El animal sobrevive pero pierde parte de su aptitud productiva económica, disminuyendo la fertilidad y la conversión alimenticia. Es la más dañina, porque el animal persiste pero con baja producción.
- Fracaso de raza o aclimatación negativa: Resulta del traslado de animales a un medio diferente al de su origen, donde ningún individuo logra superar el esfuerzo que las nuevas condiciones le exigen, sobreviniendo la muerte.
Por lo tanto, la publicación insiste que la elección de una raza para un ambiente determinado no es un capricho, sino que responde a razones fisiológicas. (Crónica: Este productor logró mantener ganados Jersey y Jerhol en clima cálido)
El trasplante de razas y la obtención de razas mejor adaptadas a las variaciones extremas de temperatura significaron un avance notable para la alimentación mundial. El incremento numérico y la mejora del ganado siempre siguieron en una relación positiva.
Otro artículo, escrito por el experto José B. Nazar Anchonera, detalló las temperaturas mínimas y máximas que soportan los bovinos según sean bos taurus, bos indicus o un cruce de los dos, que tenga sangre 50 % europea y 50 % índica.
La temperatura ideal para un bovino de raza europea es de 0 a 16ºC, en tanto que un índico se adaptará mejor entre 10 y 25ºC, y un cruce de ambas, entre los 5 y 20ºC. Los tres morirán por frío a distintas temperaturas: -35ºC, -10ºC y -20ºC, respectivamente.
En un medio externo cálido el ganado europeo mantiene constante su temperatura rectal hasta los 27ºC de temperatura exterior. A partir de allí comienzan a fallar sus mecanismos termorreguladores y aumenta su temperatura corporal.
Por el contrario, en el ganado índico este punto comienza a partir de una temperatura externa de 33ºC, y en el cruce a los 30ºC. La muerte por calor ocurre a los 45ºC en el ganado europeo y a los 50ºC en los índicos, y en un híbrido a los 48ºC.