Estos parásitos pueden transmitir enfermedades graves a los bovinos, reducir la calidad de la carne y leche, y causar pérdidas económicas significativas. Combatir eficazmente las garrapatas bovinas requiere más que simplemente aplicar tratamiento, es necesaria una planificación cuidadosa y estratégica.
Enrique Rimbaud, médico veterinario especialista en sanidad, expone que “una infestación de más de 500 garrapatas le quita al ganado un 50% del apetito, lo cual quiere decir que se tiene un 50% menos de engorde, de crecimiento, de producción de leche, de preñez. Es por esto que se tiene que combatir, pero de forma inteligente”.
De acuerdo con el profesional, esta planificación inteligente hace parte de la estrategia que debe idear el productor para combatirlas sin generar resistencia a los acaricidas. Pues, con el tiempo, las garrapatas pueden desarrollar resistencia a los productos químicos utilizados para controlarlas. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Sabe usted qué productos usar para controlar las garrapatas en bovinos?)
Esto significa que un tratamiento que funcionó en el pasado puede volverse menos efectivo con el tiempo. Para evitar ese problema, los ganaderos deben planificar el uso de diferentes clases de acaricidas y rotarlos de manera regular para prevenir la resistencia.
Rimbaud se pregunta “por qué los ganaderos siguen gastando en productos que no les están funcionando. Si los baños a los bovinos se hacen todas las semanas quiere decir que no es efectiva la estrategia y que hay que cambiar de producto porque ya hay resistencia”.
Lo anterior, también está relacionado con el uso y las indicaciones del producto. Según el experto, la mitad de los ganaderos hacen un mal uso del producto debido a que bañan a una gran cantidad de animales con un producto que tiene un número determinado de bovinos para su uso.
Basado en esto, la planificación es esencial para asegurar la eficacia de los tratamientos. Esto incluye la preparación adecuada del ganado antes de aplicar los productos acaricidas como el baño de inmersión para eliminar las garrapatas ya presentes en el pelaje. También implica seguir las instrucciones de dosificación y aplicación proporcionadas por los fabricantes de los productos para garantizar resultados óptimos y minimizar el riesgo de toxicidad para el ganado y el medio ambiente.
“Si esto lo traduzco a dinero, quiere decir que se está perdiendo capital debido a que se está usando un producto que no sirve, que no es eficaz, que se está usando mal y que está generando inversión de dinero todas las semanas no solo en producto, sino en personal humano para hacer los baños a los animales”, describe Rimbaud.
Un punto a destacar es que, con la planificación en el combate de las garrapatas bovinas, se trabaja en prevención, pues en lugar de simplemente tratar las infestaciones existentes, los ganaderos deben implementar medidas preventivas para reducir la probabilidad de infestación en primer lugar. (Lea en CONtexto ganadero: Control biológico de la garrapata con el uso de hongos patogénicos)
Esto puede incluir el manejo adecuado del pastoreo para reducir la exposición a áreas infestadas y la implementación de programas de control de roedores, que pueden actuar como vectores para las garrapatas.
La planificación a largo plazo es fundamental para mantener un programa de control de garrapatas efectivo y sostenible; lo cual implica monitorear regularmente la población de garrapatas en la finca, evaluar la eficacia de los tratamientos utilizados y ajustar el plan de control según sea necesario.