El modelo es ideal para cualquier especie, lo importante es asesorarse bien a la hora de implementarlo e ir mejorando paulatinamente la genética del predio para obtener mejores resultados productivos y económicos. Parafraseando a Pinheiro (porque ya no recuerdo la frase exactamente como la dijo), su respuesta fue más o menos algo así: “PRV (Pastoreo Racional Voisin) es una tecnología superior, y por supuesto, dará su mejor resultado si se trabaja con una raza (o genética) superior. (Lea: Ganadería Agro Ecológica: Máxima producción al menor costo) Y podemos hacer una analogía para explicarlo: Si fueras propietario de un automóvil último modelo de una marca superior, por decir algo BMW, no le vas a poder obtener su mejor rendimiento si lo pones a transitar en una autopista maltrecha, ahuecada, y estrecha… Si lo pones en una autopista amplia, de doble calzada, y un piso asfaltado en óptimas condiciones (de esas modernas que hoy llaman vías de cuarta generación o 4G), ese mismo automóvil te dará un rendimiento acorde a su máxima capacidad. Hagamos de cuenta entonces que PRV es como la autopista 4G, y el automóvil BMW sería la raza de cuya genética se espera que dé un rendimiento superior. Y en el mismo sentido, si pasas de tener una vía maltrecha a una autopista 4G (o sea pasar del manejo tradicional de potreros a PRV), y pones en la autopista 4G un vehículo antiguo aunque esté en buenas condiciones, lo más seguro es que te dé un rendimiento discreto, que con seguridad podría ser bastante inferior al del vehículo de último modelo y marca superior (e igual pasaría con animales de rendimiento inferior en un proyecto PRV, tal vez mejoren su rendimiento con respecto al manejo anterior, pero, ya teniendo PRV instalado bienvenido sea también el mejoramiento genético del rebaño siempre que sea posible”. Lo que se está indicando con esta explicación análoga de Pinheiro de ninguna manera significa que las palabras “raza superior” se refieren a alguna raza o genética en particular. Esto no tiene absolutamente nada que ver con nombres de razas famosas, ni cuando hablamos de rendimiento superior tampoco necesariamente nos estemos refiriendo a ganado bovino Bos Taurus (o sus similares en otras especies, como ovinos, caprinos, búfalos, porcinos o aves). (Lea: Desconocimiento impide implementar el pastoreo voisin) Lo que intentó explicar es que a veces tenemos una finca en regulares condiciones de manejo, que viene de varios años de pésimos rendimientos (productividad muy insatisfactoria), y en muchos casos una muy baja o nula rentabilidad, así que el negocio no marcha muy bien que digamos. Esto ocurre a pesar de tener sembrados pastos de los que se consideran “mejorados” y razas, o cruces con hatos de ganado calificados como de alta producción, pero sólo en teoría porque no lo demuestran en la práctica; o en su defecto, bovinos que no tienen una raza muy bien definida, de los que llamamos genéricamente como “comerciales”, que nos ofrecen una muy discreta o baja producción. Y luego, esta(s) finca(s) se convierten al manejo PRV, propiciando óptimas condiciones de manejo a todo nivel, y nos quedamos con el mismo ganado de baja producción, de modo que el cambio de un manejo regular o deficiente a un manejo PRV no genera un cambio muy notable en productividad porque el ganado que tenemos no tiene capacidad para producir mucho más. En este sentido, es que debemos entender, que si “asfaltamos la autopista” (instalamos PRV) pero no procuramos conseguir un mejor vehículo (imprimir un poco de progreso genético), tal vez tengamos resultados muy limitados e insatisfactorios a pesar de haber conseguido mejorar notablemente la disponibilidad de pasturas y el manejo en general. (Lea: Pastoreo rotacional, clave para optimizar la actividad ganadera) Me devuelvo entonces al caso planteado por el ganadero que me comentó sobre aquello que al parecer un colega profesional le advirtió de que si iba a dedicarse a la ganadería de Brahman puro esta no era compatible con PRV, y/o que si iba a dedicarse al PRV mejor no trabajara este tipo de animales. Esta es, sin lugar a dudas, una afirmación totalmente falsa, carente de los correspondientes fundamentos, y que denota un desconocimiento profundo de lo que es en realidad PRV. Y cabe decir aquí, que también me he percatado de que mientras más popular se ha venido tornando la tecnología PRV en el medio ganadero, mayor es también la desinformación que está circulando al respecto. Hay mucho colegas profesionales que lastimosamente no conocen lo que es realmente el PRV, pero hablan de la tecnología como tratando de hacer creer a la gente que si saben de ella. Me he encontrado con cualquier cantidad de colegas (y por supuesto también un montón de productores) que confunden PRV con una simple e ineficiente rotación de potreros. Pareciera que asumen que cualquier ganadería que tenga cercas eléctricas y una buena cantidad de divisiones de potreros ya con eso se puede dar por hecho que es un PRV lo que tienen ahí, pero no hay nada más lejos de la realidad que este tipo de suposiciones o afirmaciones. (Lea: Aprenda a aplicar el pastoreo de ultra alta densidad) PRV no se hizo para ninguna raza en particular, ni tampoco hay una raza en particular que se comporte mejor en PRV, ni mucho menos hay alguna raza que no sea compatible con PRV. En consecuencia, no existe la mejor raza para PRV, ni tampoco el PRV es mejor para algunas razas que para otras. Más bien podemos afirmar que todas las razas y cruces son aptos para PRV, pero desde luego, hay que saber diseñar un proyecto PRV para cada ganadería independientemente de la raza o genética con la que se vaya a trabajar, de tal modo que se pueda conseguir el mejor desempeño de los animales que componen el rebaño, y como es de suponer (y se advirtió antes), es probable que en algunas ganaderías en particular haya que trabajar en mejorar la genética progresivamente si entre las metas proyectadas está no solo lograr un manejo superior, sino también un desempeño animal acorde con la tecnología PRV. Para finalizar, también hay que anotar, que un mejoramiento genético no siempre tiene que ver con cambiar la raza, pero a veces el cambio de raza es la decisión más acertada, siempre y cuando la raza elegida sea compatible con dos cosas muy importantes: 1.- El ecosistema (ambiente) específico de la unidad de producción (llámese finca, rancho, campo, estancia, etc.), y esto significa que la raza elegida se integre cómodamente con las condiciones ambientales propias del lugar; y 2.- La base forrajera tanto en cantidad como en calidad, y no solo con la que inicia PRV sino la que se proyecta llegar a desarrollar en el corto, mediano y largo plazos de tal manera que el progreso genético se vaya dando a la par con el progreso forrajero que trae consigo la evolución del proyecto PRV. En este sentido cabe advertir que las razas autóctonas de cada país o región tienen muchísimo que aportar, pero al menos en el continente de América no se cuenta con un inventario suficiente como para poder acceder a su genética de forma masiva. También son sumamente resistentes los animales provenientes de vacunos del biotipo Bos indicus, que están principalmente representados por las populares razas cebuínas, pero la productividad de estos, al igual que ocurre con los de raza autóctona tropical, tienen desempeños productivos bastante discretos, y que para los propósitos y demandas del negocio ganadero contemporáneo resultan frustrantes en muchos casos, y/o casi siempre insatisfactorios. (Lea: Proponen dietas para vacas para bajar emisión de metano) Mientras que en productividad definitivamente las razas de origen europeo por sus características anatómicas y fisiológicas naturales del género y especie Bos taurus, han demostrado con creces ser muy superiores, pero la mayoría (por no decir que todas) de estas razas puras europeas puestas en ambientes tropicales, y sobre todo si son cálidos, no llegan a dar ese máximo rendimiento esperado porque están fuera de su ecosistema, y a decir verdad, la pasan bastante mal porque los ambientes tropicales resultan malsanos para tal tipo de genética. Por supuesto hay bastantes excepciones a estas generalidades, pero esta situación en general nos ha conllevado a experimentar por muchos años los cruzamientos entre razas, tomando animales de razas europeas de alto rendimiento productivo para cruzar con animales altamente resistentes a las condiciones ambientales de los diferentes países, regiones y ecosistemas específicos de cada unidad de producción en particular. El producto de estos cruces se supone que deberían ser animales altamente resistentes y altamente productivos, pero en genética la teoría no es igual a la realidad. El reto de todo programa de cruzamiento entre razas está en fijar características deseables de cada una de las razas que participa en el cruzamiento en sus descendientes, pero esto no es nada fácil, ya que si no se tiene claro cómo funciona este proceso, cada nueva generación de descendientes fácilmente puede perder la característica deseada si no se cruzan las vacas con el toro correcto. *Michael Rua Franco Zootecnista, especialista en nutrición animal Experto en ganadería ecológica