También llamado surco reticular, la gotera esofágica es una estructura anatómica de terneros y otras especies de rumiantes que funciona principalmente en las primeras semanas de vida y hace que la leche llegue directamente al abomaso, en lo que se conoce como "reflejo de la gotera esofágica".
La gotera esofágica está presente en las primeras semanas de vida de crías de ganado bovino, ovino y caprino, entre otros rumiantes, y comunica directamente el esófago con el abomaso para que la leche que consumen vaya directamente a este compartimiento digestivo.
El abomaso es el último estómago después del rumen, retículo y omaso. En terneros jóvenes sirve como la única opción para digerir la leche. Para llegar al abomaso, la leche debe pasar por los estómagos anteriores. (Lea: Funciones de la gotera esofágica en los terneros)
Pero con la gotera o surco reticular, los terneros, corderos o cabritos jóvenes tienen un reflejo especial para asegurar que la leche pase por alto el rumen, el retículo y el omaso, y fluya directamente hacia el abomaso, que se denomina “el reflejo de la gotera esofágica”.
Como describió D. O. Pochón en su artículo “Surco reticular de los rumiantes. Revisión bibliográfica”, el cierre asegura que no solo la leche sino los alimentos como el sustituto lácteo o el suero reconstituido se dirijan directamente por el orificio retículo–omasal al abomaso.
De este modo, con la gotera eluden el paso por el retículo–rumen, lugar donde se cumplen los procesos de coagulación de la caseína y la primera etapa de la hidrólisis lipídico–proteica de la leche. (Lea: Conozca en qué consiste la acidosis metabólica en bovinos)
Por su parte, la revista chilena Coopinforma anotó que un funcionamiento adecuado del reflejo de la gotera esofágica es sumamente importante para la digestión y para el crecimiento óptimo de los terneros, por lo cual es importante contribuir a estimularlo.
El reflejo de los pliegues musculares que forman la gotera esofágica es estimulado, entre otras cosas, por las propiedades del alimento lácteo, como la temperatura (38 a 42ºC), la ausencia de grumos en el alimento o el porcentaje de materia seca (que oscila entre 12,5 y 20 %).
Dado que el ternero bebe naturalmente con la cabeza levantada hacia la vaca madre, es mejor que se trate de imitar este comportamiento natural, por lo cual se debe utilizar un chupete o amamantador que reemplace a la ubre de la madre si la cría no tiene acceso a ella.
Por otro lado, la revista Frisona Española describió que cuando el mecanismo de la gotera esofágica falla, se presenta la enfermedad acidosis del ternero lactante o ruminal drinking. (Lea: Alimentación del ternero durante los primeros meses de vida)
Cuando el mecanismo de la gotera esofágica falla, la leche se deposita en el rumen, los azúcares de la leche (especialmente la lactosa) fermentan y se producen ácidos grasos volátiles y ácido láctico, dando lugar una acidosis ruminal del bovino lactante.
Este tipo de diarrea o indigestión tiene lugar generalmente entre los 5 y 23 días de vida del animal, aunque sus consecuencias perduran mucho más tiempo. También se presenta de forma secundaria a otras enfermedades como la diarrea neonatal, debilidad, onfalitis y otitis, entre otras.