Dos de las principales estrategias dentro de la industria ganadera son la cría y el engorde de bovinos, cada una con sus propias estrategias y desafíos. Aunque tradicionalmente se ha debatido sobre cuál es mejor, hay que tener en cuenta los márgenes económicos que se puede generar y los beneficios a largo plazo. (Lea en CONtexto ganadero: Claves para el éxito en la engorda de bovinos)
Para entrar en contexto hay que tener claro que la cría de bovinos consiste en la producción de terneros mediante el manejo de vacas reproductoras. Su principal objetivo es la generación de animales jóvenes que luego serán vendidos para ser engordados o para otras funciones reproductivas.
Por su parte, el engorde de bovinos se enfoca en el aumento de peso y la optimización de la conversión alimenticia de los animales para producir carne en el menor tiempo posible.
En ese orden de ideas, Mariana Flandes, ganadera licenciada en Creación y Desarrollo de Empresas con maestría en Negocios Agroalimentarios, explica que “la rentabilidad más rápida se logra en el desarrollo y la engorda del ganado, pues en la cría nos tardamos muchos años”.
De acuerdo con Flandes, la cría bajo sistemas de pastoreo es muy rentable porque se puede ocupar menos recursos para producir más, sin embargo, se tiene una única limitante lograr los objetivos y es el tiempo que toma.
La cría de bovinos asegura la perpetuación de la actividad ganadera, ya que genera el ciclo vital necesario para mantener una población estable de animales. A través de prácticas adecuadas de manejo, la cría puede contribuir a la producción de bovinos con características óptimas que se adapten mejor a las condiciones ambientales.
Según Flandes, “si se quiere ver sus animales como una inversión a largo plazo, porque al final es un activo biológico, se debe hacer pie de cría. Sin embargo, si se quiere crecer exponencialmente en menor tiempo, se debe trabajar en la producción de engorde de bovinos. Por otro lado, si se quiere crecer progresivamente de manera más conservadora, es necesario empezar a hacer pie de cría y engorda al mismo tiempo”.
Esto quiere decir que, en el engorde de bovinos, los márgenes económicos se maximizan cuando se tiene un buen manejo de la dieta y se controlan los factores sanitarios, logrando animales que alcanzan un peso óptimo en tiempos reducidos.
Los sistemas de engorde permiten la mejora de la calidad de la carne, ajustándola a las demandas del mercado. El uso de dietas especializadas puede incrementar la infiltración de grasa intramuscular, mejorando la textura y el sabor, lo que significa un mejor precio por kilogramo de carne en el mercado.
En palabras de Flandes, “son varios aspectos que hay que estudiar cuando se quiere trabajar con estos sistemas. Eso va dependiendo de los objetivos a mediano y largo plazo que tenga el ganadero”. (Lea en CONtexto ganadero: Cuál es el error más común en el engorde de bovinos)