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Foto: Fedegán FNG

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Constantes fisiológicas, la clave para estar al tanto de la salud del ganado

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969

Francisco Wiesner, médico veterinario y profesional regional de desarrollo ganadero de Fedegán, enfatiza la necesidad de que los ganaderos estén atentos a las constantes fisiológicas y al comportamiento de sus animales para garantizar su salud y bienestar.

En la producción ganadera, el bienestar y la salud de los animales son aspectos fundamentales que los ganaderos deben monitorear de cerca. Francisco Wiesner, profesional regional de Desarrollo Ganadero de Fedegán, en diálogo con CONtexto ganadero, enfatiza la importancia de las constantes fisiológicas como indicadores clave del estado de salud de los bovinos y otros animales.

“Las constantes fisiológicas son muy importantes en los bovinos, como en todos los animales, como un reporte que nos da la realidad de cómo se encuentra el animal y su estado normal, o si tiene alguna alteración que lo esté afectando, o alguna enfermedad”, dice Wiesner.


Temperatura corporal:


Según Wiesner, la temperatura corporal es uno de los aspectos más críticos a tener en cuenta. Los ganaderos deben conocer la temperatura normal de sus animales para identificar cualquier desviación que pueda indicar fiebre u otras condiciones anormales.

Se considera que una temperatura por encima de los 39 grados Celsius es motivo de alerta. En el caso del ganado adulto, la temperatura normal oscila entre 37 y 38.5 grados Celsius, mientras que en los jóvenes varía entre 38.5 y 39.5 grados Celsius.


Frecuencia cardíaca y respiratoria:


Wiesner recomienda que la revisión de la frecuencia cardíaca y respiratoria sea realizada por un profesional para una evaluación precisa. En el caso de la frecuencia respiratoria, se considera normal un rango de 15 a 40 respiraciones por minuto en animales jóvenes y de 10 a 30 respiraciones por minuto en adultos. En cuanto a la frecuencia cardíaca, se espera que los jóvenes tengan entre 80 y 110 contracciones por minuto, mientras que los adultos deben tener entre 40 y 80 contracciones por minuto.


Cultura del termómetro:


El uso del termómetro en la ganadería es fundamental para el monitoreo regular de la temperatura corporal de los animales.

“Es muy importante la cultura del termómetro, que el ganadero cuente con un termómetro en su finca”, dice Wiesner y subraya la importancia de que cada ganadero lo utilice como un primer indicador de la salud del ganado.

Recomienda el uso de termómetros digitales por su practicidad y sugiere introducirlos en el ano del animal durante aproximadamente tres minutos para una medición precisa.


Inactividad ruminal:


Wiesner hace hincapié en la importancia de monitorear los movimientos del rumen en los rumiantes, ya que su inactividad puede ser un indicio de enfermedad.

Esto es importante porque hay muchas enfermedades que se derivan de la parálisis ruminal” indica Wiesner y señala que, en promedio, se esperan de 2 a 3 movimientos del rumen por cada dos minutos. La detección de la inactividad ruminal requiere la intervención de un profesional, aunque algunos ganaderos experimentados pueden identificar este problema.


Observación del comportamiento:


Además de las constantes fisiológicas, Wiesner destaca la importancia de observar el comportamiento de los animales para identificar signos de enfermedad. Cambios en los hábitos alimenticios, aislamiento del grupo, posturas inusuales y otros comportamientos anormales pueden ser indicativos de problemas de salud en el ganado.

Francisco Wiesner enfatiza la necesidad de que los ganaderos estén atentos a las constantes fisiológicas y al comportamiento de sus animales para garantizar su salud y bienestar. El monitoreo regular y la intervención temprana ante cualquier anormalidad son fundamentales para mantener una ganadería saludable y productiva.