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Conservación de forrajes para épocas críticas

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Conservación de forrajes, una práctica con grandes beneficios

por: - 31 de Diciembre 1969

Cuando se mira la relación costo/beneficio de la conservación de forrajes se observa que esta práctica resulta mucho más útil que tener que llegar a vender los animales en un momento dado por falta de alimentación.

Cuando se mira la relación costo/beneficio de la conservación de forrajes se observa que esta práctica resulta mucho más útil que tener que llegar a vender los animales en un momento dado por falta de alimentación.

Según Ricardo Arenas, médico veterinario especialista, en un capítulo del Manual Práctico Ganadero elaborado por la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), los cultivos forrajeros para corte y suministro en fresco o con métodos de conservación para ser usados en otras épocas son una excelente alternativa nutricional para los animales y reducen la variabilidad en la dieta que tanto afecta a los bovinos.

“El alimentar rumiantes es alimentar las bacterias que se encuentran en el rumen pues son estas las que degradan los alimentos y permiten la absorción de los nutrientes por parte del animal”, explicó.

Por esta razón la estabilidad de la dieta redundará en beneficios para el animal al mantener las condiciones de pH y acidez más constantes en favor de las bacterias. (Lea: ¿Cómo se deben conservar los forrajes en épocas críticas?)

Además, el mantener el pH ruminal favoreciendo la flora intestinal y por consiguiente la digestión de los animales aumenta la convertibilidad de los nutrientes en leche y carne, mejorando la productividad ganadera.

Esto solo se logra suministrando la calidad y la cantidad adecuada de nutrientes por lo que una buena alternativa es el suministro de forrajes conservados como silos, henos o henolajes principalmente para épocas del año en las que la oferta forrajera de los potreros se ve afectada.

Contar con forrajes almacenados permite superar fácilmente la disminución de la oferta forrajera en las temporadas críticas del año.

El establecimiento de cultivos forrajeros con fines de conservación es una de las prácticas más recomendables dentro de la planeación de la finca, de ahí que la administración de la producción de forraje o la planificación forrajera sea una herramienta indispensable a la hora de convertir la finca en un negocio productivo.

Aseguró Arenas que “siempre será más económico producir y almacenar forrajes en épocas de abundancia y consumirlos en las épocas de escasez que salir de animales o tener que comprar concentrados y suplementos para sostener el ganado en buenas condiciones durante las épocas críticas”. (Lea: Condiciones para hacer un buen proceso de henificación)

En primer lugar hay que definir el sistema que más se ajusta a las condiciones de la explotación puesto que en algunos casos como la henificación y la producción de henolaje requiere maquinaria especializada, mientras el ensilaje es menos exigente en este aspecto.

Igualmente es importante definir qué forraje se va a almacenar ya que de esto depende la selección del método de conservación más adecuado.

Una vez establecido lo anterior se debe definir el área que producirá el forraje bien sea que se henifique el pasto de un potrero ya establecido o se siembre un lote con maíz, sorgo, caña, millo u otra especie que ofrezca ventajas para ensilar. Esta área deberá mantenerse aislada del ganado y cosecharse en el momento recomendado.

El henolaje es quizás la técnica que más se adapta a la conservación de forrajes excedentarios y no los que se hayan cultivado expresamente con este fin. Lo importante es que cualquiera que haya sido el método escogido, los animales dispongan de forraje de buena calidad en el momento oportuno.

Antes de suministrar el forraje se debe examinar y desechar lo que esté alterado, especialmente las partes contaminadas con hongos. Si se presenta este caso es necesario analizar en forma complementaria el resto del producto que aparentemente esté en buen estado para descartar la presencia de toxinas que pueden afectar a los animales. (Lea: Cómo conservar la comida para mantener la nutrición en épocas críticas)

El cambio climático ha generado que en los países tropicales, como Colombia, sea cada vez más necesaria la conservación de forrajes para las épocas críticas de baja o nula producción de forraje.

Finalmente Arenas indicó que antes de realizar cualquier proceso de conservación de forrajes es indispensable realizar un presupuesto de costos y de producción con el fin de tener previsto el costo por kilo del producto terminado.