A pesar de que los productores anhelaban el inicio del invierno, también deben tomar precauciones para evitar que sus animales se desgasten por el estrés hídrico y el consumo de energía para procesar el alimento. Los extremos afectan cualquier sistema productivo. Así como un intenso verano es perjudicial para la ganadería, un fuerte invierno puede generar pérdidas si el ganadero se confía. Guillermo Echeverry, ingeniero agrónomo y empresario ganadero, explicó que se debe prestar especial atención a los bovinos en esta época de continuas precipitaciones. (Lea: Con el invierno llegan las lluvias, pero también parásitos e insectos) “Cuando hay encharcamientos en los potreros, esto hace que el ganado no se puede echar tranquilamente a descansar o a rumiar. Eso significa un gasto de energía estando de pie o caminando, buscando sitios que están más secos”, indicó. Por este motivo, el propietario debe procurar que el ganado esté en un sitio seco o en praderas que no estén inundadas. También se debe limitar el movimiento de los bovinos, con cercas móviles que frenen su andar por zonas muy empantanadas. Por su parte, el médico veterinario Iván Darío Cruz explicó que esta es una época de mucho estrés para los animales, por la cantidad de agua en los potreros, el barro, el frío, la humedad, entre otros factores. (Lea: Efectos negativos del invierno sobre los parámetros productivos) “El estrés aumenta en los bovinos durante el invierno por las dificultades para dormir, la falta de poderse echar en la noche y por la cantidad de barro. Eso hace que bajen las defensas y el peso”, declaró. El estrés de la temporada invernal se conoce como estrés hídrico y se presenta en época de anegaciones, donde las fincas están encharcadas, se hacen frecuentes las enfermedades podales, y los animales no se pueden acostar, ni alimentar bien. Igualmente, los expertos recomendaron la suplementación estratégica basada en alimentos ricos en energía para reemplazar las deficiencias que se generan por el esfuerzo de los animales. (Lea: Esta es la forma de cuidar la salud del hato en temporadas invernales) “Sobre todo los novillos se bajan de peso por la pérdida de energía y por la pérdida de forraje por pisoteo. Hay mucho barro en los potreros y muchas inundaciones, entonces se debe optar por la suplementación, ojalá en establo”, sostuvo el médico veterinario. En este sentido, el productor debe establecer zonas secas donde los rumiantes tengan camas para conciliar el sueño y procesar la comida que consumieron durante el día. O establos donde puedan comer durante la noche. (Lea: 10 acciones que un ganadero debe emprender en épocas de lluvias) Asimismo, alimentos como el silo de maíz, los subproductos como las harinas de arroz o de maíz, los residuos de panadería o el glicerol representan aportes significativos a los animales. Si falta el forraje, se pueden recurrir a los henos o henolajes como alternativa para garantizar el alimento. En esta temporada también disminuye la producción de leche por el estrés, lo que afecta a los terneros que están en época de lactancia y puede influir en su crecimiento en el futuro. “El ganadero debe tener en cuenta que lo principal es proteger a los animales y garantizar su nutrición. Además de la suplementación estratégica, se debe acompañar con medicamentos que suban las defensas y las vitaminas, para que no pierdan ningún nutriente”, manifestó. Finalmente, Cruz precisó que el ganadero debe procurar que el animal se sostenga o que registre algún aumento mínimo de peso en lugar de perderlo, pero no debe enfocar sus esfuerzos en continuar con los parámetros productivos previos porque puede afectar aún más al bovino.