Un programa de recepción consiste en una serie de estrategias con el fin de adaptar a los bovinos nuevos al ambiente del predio en el menor tiempo, así como también asegurarse que no tengan enfermedades que puedan afectar el nivel sanitario del hato.   De acuerdo con César Augusto Gómez Velásquez, médico veterinario y magíster en Ciencias Veterinarias, lo primero que se debe tener en cuenta a la hora de adquirir un lote de animales nuevos es tener en cuenta su perfil sanitario y reproductivo.   Antes de ingresar los bovinos y mezclarlos con los del predio, se deben mantener en cuarentena, aislados en un corral separado donde se les practicará diversos exámenes para determinar su estado. (Lea: Las causas por las cuales su bovino podría perder peso antes del sacrificio)   “Hay que verificar y hacer exámenes de sangre para transportar animales libres de enfermedades como IBR, diarrea viral bovina, leptospirosis, leucosis y brucelosis. (Luego de esto), se pueden enviar a cuarentena”, aseguró.   Es claro que el comprador, antes de adquirir los ejemplares, ya tiene la garantía de que cuentan con todas sus vacunas. Sin embargo, todos los expertos recomiendan el aislamiento como una medida para proteger plenamente al ganado que ha sido inoculado según el plan sanitario de la finca.   A raíz de los focos de fiebre aftosa del último año y medio, Gómez también advirtió que se debe contar con el Registro Único de Vacunación (RUV), y que el bovino debe haber sido inmunizado contra brucelosis y tuberculosis.    “También hay que mirar la altura y el clima, entonces si van a llevar animales de zonas altas a zonas calientes, hay que preinmunizarlos contra garrapata, y contra anaplasmosis y babesiosis”, aconsejó. (Lea: Se frena movilización del ganado por falta de actualización del sistema)   Por su parte, los investigadores mexicanos Germán Mendoza, Alejandro Plascencia y José Antonio Martínez, el objetivo principal debe ser que el ganado recupere su peso a la compra, lo que se logra cuando el animal vuelve a su consumo habitual.   Según ellos, los sistemas de recepción son variables, pero en general se hacen a base de forrajes de buena calidad, acompañados con un concentrado a base de grano, suplementos nitrogenados y aditivos. Para ellos, deben ser de alta aceptabilidad y que promuevan el consumo, con alta concentración de nutrientes.   “Los primeros 2 a 3 días se recomienda dar solo forraje de preferencia una mezcla de leguminosas-gramíneas de buena calidad y con tamaño de partícula grande (similar al tamaño de partícula del forraje que preparan para ganado lechero)”, anotaron.   Al igual que el médico veterinario colombiano, señalaron la importancia de considerar variables como clima, así como apariencia de los animales, presencia de descargas nasales u oculares, problemas de locomoción. (Lea: Conozca cuatro etapas que forman el precio del ganado)   Insistieron en la aplicación de protocolos de vacunación, y uso de antibióticos en forma preventiva, para reducir la morbilidad, mortalidad y mejorar la ganancia de peso.