La endogamia es el cruce entre dos individuos emparentados, lo que significa que tienen uno o más antepasados en común. Cuando más cercano sea el parentesco entre dos bovinos, mayor es el porcentaje de consanguinidad en la progenie resultante como lo explican autores de una investigación de la Universidad de Antioquia.
Endogamia
Por lo tanto, es así como la endogamia constituye una práctica común en el desarrollo y la propagación de las razas de bovinos para intentar concentrar características de interés económico de la progenie. (Lea: Conozca estos métodos para el control de consanguinidad en ganaderías)
En general, el ganado no se considera endogámico si no hay un ancestro común en las últimas cinco generaciones. La endogamia se puede dar en forma de varios cruces:
1. Apareamiento hermano/hermana.
2. Padre/hija o apareamiento madre/hijo.
3. Medio hermano/media hermana.
4. Abuelo/nieta o nieta/abuela.
5. Tío/sobrina o sobrino/tía.
Aunque en el apareamiento entre primos la consanguinidad no es tan marcada como en las anteriores, no debería ser considerado a menos que sea absolutamente necesario para evitar la pérdida de una raza poco común.
Los autores de la investigación dicen que un animal se considera 25% consanguíneo si es el resultado de un apareamiento entre hermanos completos o padres e hijos. En hermanos medios la consanguinidad es del 12.5% debido a que existe una variación genética adicional ya que hay un solo padre/madre en común.
Exogamia
El apareamiento de los progenitores se denomina exogamia y sirve, tanto para aumentar el vigor del animal descendiente como para uniformizar el comportamiento zootécnico de la generación. En todas las poblaciones existen individuos con características superiores e inferiores, cuya presencia provoca la heterogeneidad dentro de la misma.
La exogamia disminuye las diferencias individuales y tiende a uniformizar el comportamiento de la población.
Alberto Valle explica en una investigación para el portal Producción Animal que las pocas experiencias de exogamia con bovinos han sido encaminadas principalmente para determinación de las diferencias entre razas y muy poco para conocer si el cruzamiento repercute en el éxito comercial. (Lea: Los efectos de la consanguinidad en la productividad de los bovinos)
El cruzamiento, como cualquier otra forma de exogamia, tiende a disminuir la potencialidad genética del animal, haciéndolo más heterocigotos, reduciendo la eficiencia de la selección entre descendientes F1 y mejorando el mérito fisiológico o productivo individual, debido a la dominancia general de los genes favorables para tamaño, vigor, fertilidad, adaptación, etc.
Cuando los productos del cruzamiento son utilizados para fines reproductivos, sus descendientes serán genéticamente más variables que ellos y generalmente tendrán un promedio de potencialidad hereditaria de valor más bajo.