¿Ha escuchado hablar del piñón de oreja? Si no sabe de qué planta le estamos hablando, a continuación no solo conocerá detalles de esta, sino porqué debe cuidar a sus bovinos de intoxicarse con esta especie vegetativa.

Llamado científicamente como Enterolobium cyclocarpum, esta es una especie de árbol de la familia Fabaceae, nativo de América de regiones tropicales y templadas cálidas. En Colombia y Venezuela se le conoce como orejero, piñón de oreja o caracaro. (Lea: Orejero, especie con grandes bondades para ganaderías en trópico bajo)

En el portal NaturalistaCO se expone que esta es una especie maderable y a veces se usa como árbol de ornato. Es un árbol muy alto y muy ancho que se relaciona con la presencia de un río debajo de sus grandes troncos, por lo que a menudo tiene la apariencia de un samán, del que se diferencia por ser más alto y abierto, es decir, menos achaparrado y también por sus frutos.

El fruto en legumbre tiene forma de círculo helicoidal. El follaje es abundante, dando a amplia copa una forma más ancha que alta, libre de competencia por la luz ya que puede alcanzar grandes diámetros.

En una investigación para la Universidad Nacional de Colombia, Leonardo Roa dice que el potencial tóxico del fruto del Enterolobium cyclocarpum es elevado, cuando se experimenta en los bovinos de los Llanos Orientales.

Esta planta incorpora 15 especies de la familia Fabaceae. Su diversidad genética es favorecida por los sistemas de polinización que llevan a entrecruzamientos. Los frutos de esta especie son muy palatables y tienen gran valor nutricional debido a que son ricos en carbohidratos estructurales poco lignificados, altamente digeribles y la semilla tiene elevado contenido de aminoácidos excepto los azufrados, especialmente metionina y cistina.

El furto es color café con diámetro entre 8 y 10 centímetros. La fructificación inicia en febrero, los frutos alcanzan la madurez máxima de abril a julio.

En los Llanos Orientales de Colombia, la planta más reconocida como tóxica para los bovinos es el Enterolobium cyclocarpum, debido a que recientes estudios muestran que los bovinos que tienen en su dieta esta planta, pueden presentar signos clínicos como sialorrea, timpanismo, atonía ruminal diarrea de diversas características, deshidratación, fiebre y anorexia.

Los metabolitos secundarios del Enterolobium cyclocarpum tendría efecto importante en el tubo digestivo y generarían variaciones del pH, alteración de la homeostasis de las superficies epiteliales, aumento de la permeabilidad vascular y cambios de la motilidad.

A pesar del reconocido potencial tóxico de esta planta, algunos autores recomiendan adicionales altas en la dieta, obviando rangos seguros para el suministro de las especies vegetales no convencionales, puesto que esto podría representar riesgo de intoxicación.

Investigación en Llanos Orientales

En el estudio, Roa dice que se recolectaron frutos frescos de Enterolobium cyclocarpum en las fincas ganaderas con reportes de intoxicaciones por la planta en los Llanos Orientales de Colombia. Aquí se emplearon bovinos en buen estado de salud con edad entre uno y dos años. (Lea: Precauciones e información del Orejero en la ganadería)

Los animales fueron distribuidos al azar en cuatro grupos experimentales de tres individuos cada uno. Los tratamientos están basados en que al grupo 1 no se le administró el fruto, al dos se le brindó una dosis de 10g/kg por peso vivo, al grupo tres se le incluyó una dosis de 10 g/kg pv dosis diaria y al grupo 4 20 g/kg pv dosis diaria.

Los resultados muestran que los animales expuestos a Enterolobium cyclocarpum desarrollaron signos nerviosos/comportamiento como apatía y aislamiento del grupo, seguido por la anorexia y depresión durante las 24 horas posteriores a la exposición.

Los animales de la dosis repetida alta como el grupo 4, mostraron cuadro agudo digestivo y neurológico, mientras que los bovinos de la dosis baja repetida como el grupo 3, desarrollaron amplia gama de signos, incorporando lesiones dermatológicas de grado moderado a severo.

Finalmente, Roa dice que los “resultados de los exámenes paraclínicos fueron concordantes con el examen clínico, demostrando afección hepática y renal. La exposición al grupo de Enterolobium cyclocarpum indujo cuadro tóxico agudo severo (grupo cuatro) y sub-crónico moderado (grupos dos y tres) afectó el digestivo, el sistema nervioso y el tegumentario bajo las condiciones agroecológicas de los Llanos Orientales.