Cuando una vaca está coja, lo primero que se logra observar es la presentación de dolor. Esto quiere decir que se está afectando el bienestar animal, tema que está muy de moda en la actualidad. Conozca el impacto de los problemas podales en los bovinos.

En las ganaderías del país, se ha vuelto común contar con algún animal que presente cojeras. Estas patologías pueden ser evitables por medio de distintos cuidados que recomiendan los profesionales y expertos. Una de las recomendaciones más frecuentes es que se cuide a los animales, debido a que como dice el adagio popular, “el remedio sale más costoso que la enfermedad”. (Lea: 5 aspectos que usted puede que desconozca de las cojeras)

Mateo Giraldo González, administrador de empresas ganaderas, médico veterinario zootecnista especialista de Virbac Colombia, indica en una conferencia de TVGAN que cuando la vaca cojea, “literalmente se tiene una pérdida de movilidad. Esto ocasiona que no vaya a buscar alimento y que genere diferentes enfermedades”.

El dolor que se presenta por la cojera trae como consecuencia que el animal no consuma forraje verde, y por ende, la disminución de materia seca es evidente. Todo esto conlleva a un factor muy importante en la ganadería colombia, la baja en la producción de leche.

De acuerdo con Giraldo González, “esto es un lujo que no nos podemos dar ahora en estas condiciones complejas de producción. Por consiguiente vamos a tener un desbalance nutricional, disminución evidente de la condición corporal. Las vacas cojas son las más flacas del hato y las que menos leche están dando”.

Todo este cúmulo de afectaciones genera uno más grande que afecta tanto al animal, como a la economía de los productores y son los problemas reproductivos o vaca con síndrome de infertilidad. (Lea: Recuerde que las cojeras no deben tratarse como patología secundaria)

La vaca claudicando libera prostaglandina y cortisol, lo cual desencadena un aborto que es causa de esto o de los picos de fiebres que se presentan durante todo el proceso.

El profesional resalta que cuando los problemas podales aparecen y se deja avanzar el proceso infeccioso, lleva a que se presenten abortos sin tener en cuenta que pueden ser consecuencia de las claudicaciones.

“Con todo esto también vamos a tener una inmunodepresión o baja de las defensas, y con esto va a estar más propensa a un problema a nivel mundial que es la mastitis. Hato ganadero sin mastitis creo que no existe. Entonces nosotros como veterinarios, ganaderos y trabajadores de finca tenemos que procurar que una vaca coja no llegue a su eliminación prematura”, menciona Giraldo González.

“Además vamos a tener liberación de adrenalina y por consiguiente la oxitocina va a disminuir. Esto genera que tengamos reducción en la producción de leche, mastitis y un descarte de un animal más rápido. Hay que tener claro que más o menos, un caso clínico de cojera puede costar aproximadamente USD 500 por cada caso de vaca”, añade el experto. (Lea: ¿Sabe cuánto le cuestan las cojeras a su ganadería?)

Esto quiere decir que el dinero invertido en el tratamiento de esta enfermedad, es el que menos cuesta, sino los perjuicios que trae en los parámetros productivos y reproductivos en el hato lechero y ganadero del país.