¿Ha escuchado antes acerca de la ubre abusada? Si usted es de los que tiene vacas en las que su ubre no descansan, esta información le puede ayudar. Conozca con detalles de qué se trata el síndrome de la ubre fatigada.
Enrique Rimbaud, especialista en sanidad animal, expone que este síndrome es un factor predisponente en la aparición de mastitis porque se abusa del trabajo de la ubre, lo que finalmente puede costarle al productor debido a que tiende a generar mastitis.
De acuerdo con Rimbaud, “la ubre, necesariamente debe tener un periodo de descanso en el cual se seca la vaca, es decir se deja de ordeñar, para que así la ubre pueda volver a su tamaño y forma original para prepararse para el próximo parto donde luego va a desarrollarse nuevamente”. (Lea: ¿Qué le pasa a la ubre cuando no se ordeña a la vaca?)
Este punto, explicado por el profesional, es esencial porque muchas personas desconocen que la ubre debe tener un descanso.
En palabras de Rimbaud, esto quiere decir que “, lo recomendable para ordeñar una vaca es 7 meses, que pare ser más exactos, son 210 días de lactación”.
Luego de estos días se debe secar la vaca para que esa ubre vuelva a su tamaño y forma original en el que descansa, se recupera y se prepara para el próximo parto.
Este periodo es importante para el animal, y por ende para el productor, por la salud de la ubre, pues si el productor en la finca ordeña de manera indiscriminada al animal y este llega a parir mientras se está ordeñando, el vacuno no tiene tiempo de dejar descansar su ubre y, por lo tanto, no hay un retorno fisiológico.
En consecuencia, la ubre va a responder de alguna manera y es cuando aparece el síndrome de la ubre abusada o fatigada como le suelen llamar en algunas partes del mundo.
Según Rimbaud, “en teoría si se hace un descanso de la ubre en cada parto que tenga, voy a tener un aumento de la producción láctea. En cambio, si no la dejo descansar, cada vez voy a producir menos leche y se termina ordeñando vacas que dan muy poca leche”.
Es por esto, que la recomendación del profesional es secar completamente la ubre, es decir no ordeñar más así al animal le duela, pues justamente es el dolor lo que genera que la ubre deje de producir leche y regrese a su forma original.
En este orden de ideas, “el dolor es el aliado de los productores, en este caso”, menciona Rimbaud.
Si no se tiene en cuenta este periodo de descanso necesario para la salud de la ubre, el productor puede ser el culpable que ese abuse de la ubre, traiga como consecuencia la aparición de mastitis en los animales, lo que repercute en la productividad del predio. (Lea: ¿Cómo afecta la mastitis la reproducción en las vacas?)
Hay que tener en cuenta que la mastitis es la inflamación del tejido mamario que a veces implica infección. Esta enfermedad ejerce gran impacto en la producción, bienestar animal y la calidad de la leche producida.