Conozca más sobre las enfermedades uterinas y ováricas del posparto

En la medida en la que la vaca esté bien alimentada y mientras que en la fase inicial de la gestación se le brinde un adecuado manejo para que llegue en las mejores condiciones al parto, es menos factible que se presenten enfermedades en el posparto.

Así lo hizo saber Ernesto González Cely, médico veterinario, quien explicó que las complicaciones generalmente se presentan cuando no dejan descansar a la vaca por lo menos dos meses después de un parto o cuando no se le brinda una correcta suplementación semanas antes del nacimiento de la cría.

Expuso que cuando no se le da un buen manejo a la vaca, lo primero que se pueden presentar son las distocias, las cuales ocurren cuando el parto no transcurre con normalidad por la mala ubicación o el tamaño del feto.

González Cely indicó que a raíz de las distocias se producen lesiones o rasgaduras en el cuello uterino que pueden complicar los futuros partos de esa vaca. (Lea: Criterios para monitorear las vacas en el periodo posparto)

Agregó que cuando hay deficiencias de minerales y cuando hay enfermedades carenciales y metabólicas se pueden generar retenciones placentarias que terminan en endometritis, salpingitis, entre otras.

Según el experto, es necesario que el administrador, profesional o encargado de la finca siempre utilice el termómetro, herramienta que debe colocarse en las mañanas y en las tardes en el momento del ordeño.

Anotó que lo anterior se realiza con el objetivo de conocer si la vaca tiene fiebre. Muchas veces puede que no haya retención de placenta pero si quedan líquidos estos pueden generar infecciones que van a hacer que el animal disminuya su producción.

Las enfermedades que se producen por deficiencia de calcio, fósforo y de la misma glucosa en sangre, tienen como consecuencia dificultades como la retención de líquidos en el útero.

El médico veterinario comentó que después del parto también se pueden presentar los anestros, los cuales aparecen cuando la alimentación no es adecuada. (Lea: Recuerde la importancia de detectar inflamación del tracto uterino en vacas)

"Cuando hablamos de anestros hacemos referencia a los animales que no van a entrar en calor, que no van a hacer su ciclo estral como debe ser", indicó.

Otra patología que se puede presentar son los quistes, de tipo luteales o foliculares. El profesional afirmó que los primeros son de difícil resolución y los segundos son más manejables y por lo general se pueden diagnosticar con una palpación.

Asimismo dijo que los quistes suelen ser comunes y muchas veces el profesional puede ser el que los genera cuando por ejemplo hay retenciones placentarias y aplican sustancias como los estrógenos.

De acuerdo con González, en zonas de ladera, muy inclinadas, y cuando además hay enfermedades carenciales, se pueden producir prolapsos uterinos antes o después del parto, es decir, que se sale la matriz por la vagina de la vaca.

En conclusión, la correcta alimentación juega un papel muy importante en la producción ganadera. Cuando los animales cuentan con una buena nutrición, las enfermedades, en su gran mayoría, se pueden evitar o resolver. (Lea: Cómo identificar, tratar y prevenir 7 enfermedades en vacas frescas