Dentro de las enfermedades clostridiales, producidas por bacterias del género Clostridium, bacilos gram positivos, anaerobios y esporulados, están las enterotoxemias, que son patologías causadas por toxinas bacterianas producidas en el intestino.
Estas son absorbidas en la circulación y ejercen sus efectos en otros órganos, tales como el cerebro, pulmones, etc. En algunas ocasiones, producen enteritis. En los bovinos, el agente más importante responsable de las diferentes formas de enterotoxemia es Clostridium perfringens.
Cuando un bovino muere, y no mostró síntomas de alguna enfermedad con anterioridad, se recomienda hacer una necropsia, intervención que permitirá acceder a todos los órganos del animal y emitir un diagnóstico de la causa probable de muerte.
Percibir un órgano de cierto color o forma puede dar indicios al patólogo de la posible enfermedad que llevó a la muerte al rumiante. (Lea: Las enfermedades entéricas que afectan al ganado bovino)
“Cuando hay enterotoxemia en vacunos el riñón se ve blanco, pero no se puede emitir un diagnóstico solo con eso, es un riesgo”, advierte Clara Estéfany Romero, médica veterinaria.
En un texto publicado por Juan Vicente González Martín, DVM, PhD, Dipl. ECBHM. Profesor Titular Dpto. de Medicina y Cirugía Animal, Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, UCM, este explica que por costumbre, o más bien por ignorancia y dejadez, en los terneros de engorde en los cebaderos es donde más se usa el término de muerte súbita.
Según él, hay quien la asocia a clostridiosis o más concretamente a enterotoxemia, pese a no hacer una necropsia diagnóstica, independientemente de que el ternero haya podido morir de timpanismo, peritonitis, edema agudo de pulmón u otra causa.
Sin embargo, González Martín señala que las vacas lecheras adultas raramente mueren sin ser vistas enfermas con anterioridad, ya que el hecho de ser ordeñadas dos o tres veces al día permite diagnosticar las enfermedades de forma precoz. Por otro lado, es más común que se realice la necropsia, especialmente cuando la granja tiene contratado un seguro. (Lea: Bisturí, sierra eléctrica y sutura, listos para la necropsia bovina)
Agregó que de esta manera se reduce el número de fallecimientos diagnosticados como muerte súbita por enterotoxemia. Pero si no se hace una necropsia o esta se realiza tarde, con el cadáver descompuesto, las posibilidades de un diagnóstico correcto disminuirán mucho y es aquí donde se dan los errores.
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