El destete puede ocasionar diversos tipos de estrés en la cría, por los cambios metabólicos en la alimentación o de tipo social al ser cambiado de corral, entre otros. Es importante comprender el impacto de esta transición para aplicar acciones que ayuden a mitigarlo.

El proceso de destete comienza cuando la energía invertida por la madre en el cuidado de su cría es mayor al beneficio que esta inversión representa para las crías y que, además, puede poner en riesgo el éxito reproductivo de la madre en el futuro.

Así lo explicó el Dr. Edward Narayan, profesor titular en Ciencia de la Producción Animal, quien se refirió a algunas consideraciones de bienestar animal en una charla de la Embajada de Australia en Colombia y la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán). 

El experto continuó explicando que a partir del destete se produce una reducción paulatina de la producción de leche y el cuidado materno, lo que permite más energía para un nuevo ciclo reproductivo. (Lea: ¿Conoce los diferentes tipos de destete en bovinos?)

Narayan precisó que se ha estimado que la cantidad de leche producida por las vacas de seis a siete meses después del nacimiento puede proporcionar aproximadamente el 30 % de la energía metabolizable necesaria para las razas europeas de terneros criados en pastos.

El estrés por el destete parece ser mayor en terneros cuyas madres tienen mayor producción de leche y son más pesados al destete. En sistemas basados en pastos, es común aislar a las crías durante el destete un día en un corral y luego trasladarlos a un nuevo potrero.

En la mayoría de los casos, como describió el profesor, el corral o el nuevo potrero pueden ser ambientes totalmente desconocidos para los terneros, que al ingresar a este nuevo sitio desconocen la ubicación de recursos como alimentos, sombra o fuente de agua.

Además, cambiar el entorno físico puede interferir con la capacidad de los animales para reconocer a los miembros de su grupo, lo que puede generar estrés social. (Lea: Destete temprano, forma clave de incrementar la preñez)

Otros efectos son menor inmunidad, comportamiento de succión generalizado, menor ganancia de peso y crecimiento, ansiedad, problemas de integración con el rebaño, señales subclínicas de estrés como perturbaciones del sueño o mayor frecuencia cardíaca.

Por otra parte, un artículo de la Revista electrónica de Veterinaria del catedrático J. A. Coppo sobre la incidencia del destete precoz en terneros cruzados con cebú concluyó que este no produce “estados de estrés bioquímicamente demostrables”.

Sin embargo, “tanto animales experimentales como controles revelan cambios atribuibles a las alarmas simpáticas propias de las manipulaciones efectuadas”. (Lea: Manejo del destete e inicio de la recría - recomendaciones para un destete exitoso)

Además, “el destete precoz provoca un estado de subnutrición, caracterizado por menores ganancias de peso y más bajos valores de indicadores nutricionales (…) con relación a los controles amamantados al pie de madre”, como concluyó el autor del texto.

Para mitigar el impacto del destete, se recomienda tener en cuenta las siguientes indicaciones:

1. Realizar gradualmente el proceso de destete para minimizar el estrés tanto para la madre como para la cría.
2. Llevar el lote de las vacas paridas al potrero nuevo para que las crías se familiaricen con el entorno en donde permanecerán durante los días siguientes al destete.
3. Aislar el potrero destinado para evitar salidas de los animales y deben contar con disponibilidad de forraje, sal y agua para minimizar las pérdidas de peso.
4. Verificar las condiciones físicas y sanitarias tanto de la cría como de la madre para dar inicio al proceso de destete.