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Foto: Fedegán FNG

La condición corporal tiene diferentes grados, de acuerdo con la grasa del animal, lo cual depende, en parte, de la alimentación.

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Conozca los seis grados para clasificar la condición corporal de sus animales

por: CONtexto ganadero- 31 de Diciembre 1969

Las condiciones individuales de cada animal, o muy delgados o muy gordos, se deben analizar en relación con problemas de salud, hormonales o comportamentales, para tomar a tiempo las medidas del caso.

Realizar una adecuada valoración de la condición corporal de los animales permite conocer el estado en que se encuentran y, si es el caso, tomar los correctivos necesarios. El promedio general de la condición corporal se puede asociar, directamente, con el manejo nutricional que se le esté dando a los animales.

Con el fin de tener un criterio para establecer el estado nutricional y el crecimiento de los animales se ha diseñado una herramienta de calificación bastante útil que se llama evaluación de la condición corporal o estado de carne, pues se busca medir de manera subjetiva el porcentaje de grasa que tiene cada individuo.

Según indicó Ricardo Arenas, médico veterinario especialista, en un nuevo capítulo del Manual Práctico Ganadero, elaborado por Fedegán-FNG, con ojo crítico y criterio zootécnico se revisa el animal completamente y con especial cuidado su parte posterior y se califica en seis grados o estados, según el caso.

Es importante tener claro cuál es la condición ideal según el destino y etapa productiva de los animales ya que no se espera el mismo porcentaje de grasa en una vaca lechera próxima al parto que una en su primer mes de lactancia o de un novillo al final del levante que uno de 10 a 12 meses de edad o ya al final de la ceba.


Los seis grados

El grado 1 refleja aproximadamente un 5 % de grasa corporal cuando el animal está extremadamente flaco o en estado de inanición que casi hace temer por su vida. Se observan las costillas, el espinazo y las caderas muy prominentes y sin grasa visible. (Lea en CONtexto ganadero: Esta es la condición corporal mínima que deben tener las vacas en momentos críticos)

En grado 2 se clasifican los animales con 9,5 % de grasa corporal, viéndose el animal muy delgado aun cuando ya se podría ver muy poca grasa.



Cuando existe aproximadamente 13,5 % de grasa corporal se está frente a una clasificación grado 3. Las costillas ya no sobresalen mayormente, se aprecia algo de carne sobre el lomo del animal y se ve una delgada capa de grasa.

Un animal en buen estado corporal con aproximadamente 22,5 % de grasa corporal estaría clasificado en grado 4. Las costillas no se observan fácilmente de manera individual y al tacto se ve grasa sobre ellas y a ambos lados de la raíz de la cola, y la columna vertebral es apenas visible.

El grado 5 muestra un porcentaje de grasa corporal entre 30 y 35 %. Se tiene un excelente estado corporal con buena cantidad de grasa en el pecho, el tejido sobre las costillas se siente esponjoso y en la raíz de la cola se encuentra acumulación de grasa.

El grado 6 refleja un 40 % o más de grasa corporal, es un animal cebado, muy gordo, pecho sobresaliente y con gran cantidad de grasa acumulada en costillas, espinazo y la base de la cola. (Lea en CONtexto ganadero: Aspectos económicos de la condición corporal de la vaca)

Sin embargo, el grado 6 puede reflejar problemas hornonales y los grados inferiores, 1 y 2, no son deseables porque reflejan un insuficiente suministro de alimento.


La adecuada alimentación

La dieta durante el levante debe contener alrededor de 16 % de proteína y proveer las necesidades energéticas del animal que, en buena parte, están determinadas por el ejercicio que tienen que realizar teniendo en cuenta los relieves y el área de pastoreo.

Una buena alternativa para efectuar la suplementación energética, en los casos necesarios, es el uso de bloques multinutricionales, los cuales se pueden elaborar en la finca con la composición que más se ajuste a las necesidades de la explotación.

Desde Fedegán-FNG se realizan brigadas y capacitaciones para la elaboración de estos bloques y de los silos, que son otra buena alternativa de suplementación.

En general, es fundamental suministrar de manera permanente la alimentación adecuada, en cuanto a calidad y cantidad, durante el periodo de levante para que no se afecte el crecimiento ni del animal ni de la glándula mamaria.

La evaluación de la condición corporal es muy útil también en hatos lecheros donde, generalmente, se usa una clasificación de 1 a 5 y guía, incluso, en el desempeño reproductivo que se puede esperar del animal. En estos casos se debe buscar, en términos generales, encontrar animales en clasificación 3 y 4 priomordialmente. Esta herramienta es muy útil en programa de sincronización de celos y transferencia de embriones. (Lea en CONtexto ganadero: Patrones de medida de la condición corporal)

El crecimiento compensatorio es un proceso fisiológico que se presenta por limitaciones nutricionales temporales, por ayunos terapéuticos o involuntarios, en los que los animales reducen sus requerimientos de energía y cesan, temporalmente, su crecimiento.

Esta reducción, si se ha presentado en periodos cortos, se repara rápidamente con una absorción adicional de nutrientes y energía en el periodo subsiguiente, siempre que se suministre la cantidad y calidad de alimento necesarios para esta respuesta de compensación.

El crecimiento compensatorio puede ser utilizado estratégicamente para mejorar la eficiencia de la alimentación en sistemas de producción como el engorde en confinamiento. Mantener una condición corporal adecuada en el levante es esencial para asegurar su salud y rendimiento productivo.