Este proceso depende de la adecuada producción, ingestión y absorción del calostro, que es el primer alimento que reciben los terneros al nacer. El calostro es rico en anticuerpos, proteínas y otros nutrientes esenciales que protegen a los terneros contra enfermedades y promueven un desarrollo saludable. (Lea en CONtexto ganadero: El calostro bovino como tesoro nutricional para la ganadería y la salud humana)

Sin embargo, varios factores pueden llevar a una falla en esta transferencia pasiva de inmunidad, poniendo en riesgo la salud y el bienestar de los terneros.

Marcelo Gutiérrez, médico veterinario zootecnista, explica en una charla para TVGAN que “la transferencia pasiva es el proceso a través del cual la madre le pasa a su cría la inmunidad o las inmunoglobulinas”.

Este proceso puede fallar por tres factores:

Falla en la producción de calostro: La producción adecuada de calostro es el primer paso para asegurar la transferencia pasiva de inmunidad. La calidad y cantidad del calostro producido por la vaca pueden verse afectadas por diversos factores.

De acuerdo con Gutiérrez, “muchas vacas primíparas producen calostro de menor calidad que las multíparas”.

Entre los factores que afectan la calidad del calostro está el estado de salud de la vaca, nutrición de la vaca durante la gestión, el estrés y las condiciones ambientales.

Falla en la ingestión por el ternero: Incluso si la vaca produce calostro de alta calidad en cantidad suficiente, el siguiente desafío es asegurar que el ternero lo ingiera adecuadamente.

Según Gutiérrez, “cuando hay fallas en la ingestión puede relacionarse con que el ternero no se haya tomado el calostro o no se haya tomado la cantidad necesaria”.

Falla en la absorción del calostro: Incluso si el ternero ingiere el calostro, la eficiencia por parte de los cuidadores pueden interferir con la capacidad del ternero para amamantarse. Es fundamental que el personal de la finca esté bien entrenado para ayudar a los terneros a ingerir el calostro sin causarles estrés adicional.

En palabras de Gutiérrez, “el ternero se debe tomar el calostro en las primeras cuatro horas de vida”. Esto quiere decir que el tiempo es crítico, pues la capacidad del intestino del ternero para absorber inmunoglobulinas disminuye rápidamente después del nacimiento. Después de 24 horas de vida, la capacidad de absorción se reduce significativamente. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Sabe usted cómo se debe suministrar el calostro en las primeras horas del ternero?)