En su artículo de Delgado Castro y otros de la Clínica de Animales Mayores de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú), anotaron que la diarrea neonatal en terneros es una enfermedad multifactorial compleja de distribución mundial.
En el aparte sobre tratamientos, explicaron que cuando es la diarrea es leve, basta con el tratamiento oral con antibióticos, protectores de mucosa y absorbentes. En estos casos se utiliza bromuro de homatropina, caolín, pectina y carbón activado.
El bromuro de homatropina modula la motilidad intestinal, en tanto que el caolín y la pectina tienen un efecto protector de la mucosa, y el carbón activado va a absorber las toxinas bacterianas pero también puede interferir en la absorción de otros medicamentos. (Lea en CONtexto ganadero: 5 alteraciones metabólicas que ocurren en terneros con diarrea)
Solución oral rehidratante
La terapia principal para terneros neonatos con diarrea incluye fluidos para corregir acidosis y deshidratación. El cálculo de electrolitos se basa en criterios clínicos y peso del ternero. Un ternero de 40 kg con 10 % de deshidratación necesita 6 litros de fluido, complementando con electrolitos. Se asume un 50 % de fluido extracelular, debiendo reemplazar de 15 a 20 mEq de bicarbonato por litro. Se añaden 150 mEq de bicarbonato a 1 L de glucosa al 5% para tratamiento inicial intravenoso, corrigiendo la acidosis y potencial hipoglucemia. Luego, se administran soluciones equilibradas de electrolitos como lactato ringer para mantenimiento.
La respuesta al tratamiento es rápida en terneros con diarrea secretora, mejorando después de 2-4 litros de líquidos apropiados en 6 horas. Estos terneros suelen comenzar a amamantar en las siguientes 6-24 horas. Esta rápida respuesta sugiere un diagnóstico preciso y descarta la septicemia, ya que los terneros septicémicos rara vez responden prontamente. La continuidad del tratamiento intravenoso o la transición a fluidos orales depende de la respuesta del ternero a la succión y su disposición para comer.
La terapia se adapta a cada ternero según su estado clínico, y la respuesta eficaz a los fluidos es indicativa de un tratamiento adecuado, asegurando la corrección de desequilibrios metabólicos y promoviendo la recuperación. (Lea en CONtexto ganadero: ¿Sabe si tiene en su ganadería diarrea neonatal? Conozca causas, prevención y solución)
Terapia antimicrobiana sistémica
La terapia antimicrobiana sistémica es fundamental en el tratamiento de diversas enfermedades en terneros. Ceftiofur, una cefalosporina de tercera generación, se utiliza frecuentemente a 2,2 mg/kg cada 12 horas. La gentamicina, aminoglucósido efectivo contra enteritis por E. coli, se administra intramuscularmente a 3-5 mg/kg cada 12 horas, mostrando acción bactericida cuando se asocia con ampicilina.
La ampicilina, con dosis de 10-20 mg/kg cada 12 horas, actúa sobre E. coli y otros gram negativos, asociándose eficazmente con gentamicina para prevenir complicaciones septicémicas. Las sulfas con trimetoprim, administradas intramuscularmente cada 12 horas a dosis de 12-15 mg/kg, son alternativas selectivas contra gramnegativos, con buena difusión y seguridad hepática.
En cuanto a la criptosporidiosis, la halofuginona (100 μg/kg) durante 7 días es aprobada para el tratamiento preventivo en terneros. Aunque los antibióticos no son esenciales, pueden ser indicados en infecciones mixtas. Varios fármacos han mostrado cierta actividad contra Cryptosporidium parvum, pero ninguno ha sido completamente eficaz y rentable, destacando la ineficacia de coccidiostáticos estándar.