Tradicionalmente, este término hacía referencia a un sistema de crianza donde una hembra bovina acogía a un ternero que había perdido a su madre biológica al momento del parto o era rechazado. Sin embargo, ahora se utiliza como la receptora en una transferencia de embriones. En el trabajo de parto, hay numerosos riesgos que pueden ocasionar la muerte de la vaca. Si el becerro queda vivo, ya no tiene progenitora que le brinde la leche necesaria para su desarrollo, por lo cual el ganadero dispone a otra res para que reemplace a la madre biológica. En este caso, la segunda hembra se conoce como “vaca nodriza”. Este sistema de cría también puede emplearse cuando un becerro es rechazado por su progenitora o cuando esta, por alguna razón, no puede dar leche. (Lea: Estos son los 3 sistemas de crianza de terneros) Ahora bien, este sistema también puede beneficiar a esas mismas hembras que no producen leche, pues el contacto con un ternero permite que vuelva a ofrecer el líquido en caso de que se haya vuelto “dura”. No obstante, César Augusto Gómez Velásquez, médico veterinario y magíster en Ciencias Veterinarias, explicó que el concepto de “nodriza” se emplea también en aquellas novillas receptoras de embriones. “Estas son vacas que están amamantando una cría que, en términos genéticos, no es de ella. Ella la sostuvo en el vientre pero no comparten genética”, aclaró. (Lea: Conozca cuáles son los protocolos de transferencia de embriones) El experto señaló que antes de pensar en los protocolos de trasferencia de embriones, el productor debe elegir muy bien a las receptoras, tanto en el aspecto sanitario como en el funcional. En el primer caso, debe tener cuidado de que no tengan parásitos o enfermedades que produzcan pérdida embrionaria. En el aspecto funcional, deben ser novillas que tengan ciclos regulares y con un tracto genital completo, así como debe fijarse en su estructura corporal, con facilidad de parto, buena amplitud de anca, buenos aplomos, buen balance de huesos sacros y, especialmente, una proyección lechera. “Por ejemplo, no voy a poner embriones Simmental en receptoras Jersey, porque terminaría ocasionando distocias”, indicó Gómez Velásquez. (Lea: Conozca los cuidados que se deben tener con terneros huérfanos) Una tercera acepción en Europa establece que la vaca nodriza es aquella que “pertenece a una raza cárnica o que proceda de un cruce con alguna de esas razas y que forme parte de un rebaño que este destinado a la cría de terneros para la producción de carne”. En este sentido, las hembras de razas dedicadas a la producción de leche no se consideran vacas nodrizas, como las Jersey, las Frisonas o las Guernsey.