La caña de azúcar Saccharum officinarum es una gramínea como los pastos y se caracteriza por producir una gran cantidad de biomasa por unidad de área. Esto se debe a que su proceso de fotosíntesis es altamente eficiente al utilizar en forma eficaz la energía solar y el agua.
Esta planta es esencialmente una fuente de energía en forma de azucares con un alto contenido de fibra. Los azucares contenidos en el tallo son sacarosa, glucosa y fructosa. Su rango de adaptación es muy amplio, por lo tanto se cultiva en regiones tropicales y subtropicales del mundo, aprovechando la alta radiación solar y las elevadas temperaturas del trópico. (Lea: La caña de azúcar, alternativa de alimentación para el ganado)
De acuerdo a lo explicado por Ganadería Colombiana Sostenible en el Manual 1 ‘Establecimiento y manejo de sistemas silvopastoriles’ este es un cultivo perenne, pues su rápida capacidad de rebrote permite realizar varias cosechas a partir de una siembra. En las regiones cálidas la cosecha se hace aproximadamente cada 12 a 18 meses.
A diferencia de los pastos de corte, la caña de azúcar mejora su calidad nutricional a medida que pasa el tempo, pues se aumenta la concentración de azucares en relación a los componentes fibrosos y aumenta también la producción de biomasa.
De esta forma, el rango para la cosecha se puede aumentar a 12 o 14 meses. Esta importante característica le ha validado la denominación de silo vivo. Lo contrario sucede con los pastos de corte que se deben cosechar en un periodo de tiempo menos, porque su valor nutricional disminuye rápidamente luego de haber alcanzado su punto óptimo.
La caña de azúcar se utiliza en la alimentación humana y de varias especies animales como bovinos, ovinos, caprinos, cerdos, equinos, aves y especies menores como conejos y cuyes. Para su cultivo se deben tener en cuenta que el rango altitudinal de adaptación debe estar entre 0 – 2300 m.s.n.m. Además es importante contar con una precipitación aproximada de 800 – 3000 mm/año y unos suelos ligeramente ácidos hasta alcalinos y sódicos. (Lea: La caña de azúcar como fuente energética en los BMF)
Como alimento para los bovinos, es importante tener presente que la caña de azúcar presenta un bajo contenido de proteínas, es por esta razón que el suministro a los animales necesita ser complementado con otras materias primas.
Preparación del material
Para la siembra de caña de azúcar se utiliza material vegetativo. En su proceso de selección se debe tener en cuenta que para el establecimiento de una hectárea de cana en terreno plano se necesitan 8 toneladas de semilla.
De acuerdo a Ganadería Colombiana Sostenible para la siembra, el productor debe tomar este material de un lote de primer corte o del más joven de la finca, es decir, entre siete y nueve meses de edad. Luego se debe cortar los tallos en trozos que tengan cuatro entrenudos.
Con el fin de agilizar el transporte de las estacas y facilitar la siembra, el productor debe armar paquetes con varios trozos que se amarren con las hojas verdes de la caña. Durante el traslado del material de debe manejar con cuidado los tallos para no dañar las yemas germinales. Finalmente en este proceso se debe sembrar los tallos de la forma más profunda posible. (Lea: Conozca las ventajas de la caña de azúcar en los sistemas silvopastoriles)
Fuente: Manual 1 ‘Establecimiento y manejo de sistemas silvopastoriles’