A la hora de elegir una especie de gramínea o leguminosa para alimentar al ganado, los ganaderos se encuentran con estos 2 términos que describen el periodo que dura el cultivo. Sin embargo, hay otros factores que inciden en la diferenciación entre un forraje y otro. Generalmente, la respuesta básica a la diferencia entre una planta anual y perenne es que esta no se ve afectada por la estacionalidad y puede mantener su follaje todo el año, en tanto que la primera germina, florece y sucumbe en el lapso de un año. Jorge Mario Noreña, ingeniero agrónomo y docente de pastos y forrajes de la Universidad Nacional de Colombia sede Medellín, explicó esta distinción. (Lea: Criterios para elegir la especie adecuada de pasto) “Las especies perennes, como la estrella o el kikuyo, pueden durar entre 3 y 4 años en pastoreo, con un buen manejo, llegan hasta los 5 años. En cambio, un ryegrass anual desaparece al cabo de un año o incluso menos, entonces la gente debe hacer una nueva inversión y sembrarlo otra vez”, puntualizó. El experto aclaró que si un productor opta por trabajar con ryegrass, tiene que evaluar cómo se puede mezclar con otra especie, que podría ser una perenne como el kikuyo. En esta medida, tiene que pensar cuál tipo de ryegrass debe utilizar, pues hay híbridos de esta especie que son más duraderos que otros. Agregó que la asociación de pasturas es determinada justamente por la cantidad de días que dura cada cultivo para el momento del pastoreo, de ahí la importancia de conocer este periodo. (Informe: Las 5 malezas que aprovecha el hato ganadero) Por ejemplo, el kikuyo es una especie más agresiva que el ryegrass, por lo cual el ganadero tendría la tranquilidad de saber que el cultivo será exitoso. No obstante, frente a las perennes, las especies anuales proporcionan mayor cantidad de biomasa en menor tiempo, tienen mejores niveles nutricionales (más proteína, menor FDN) y son más resistentes a determinadas condiciones, como las heladas. “El kikuyo, el que más se siembra en zonas lecheras, tiene una desventaja fundamental: tiene una fibra detergente neutra, lo que se conoce como FDN, muy alta. Eso implica que el animal llena más rumen y produzca menos cantidad de leche, o en caso de que se esté cebando, que tenga menor ganancia de peso”, precisó Noreña En cambio, los ryegrass tiene menor FDN, por lo cual el animal puede consumir más sin sentirse lleno, logrando mejores producciones. (Lea: Recomendaciones a la hora de cambiar de especie de pasto) Así pues, la mejor opción es asociar plantas perennes y anuales. “En la asociatividad, uno busca complementar una especie con otra. Lo mismo pasa con las leguminosas, tienen más baja FDN y mejor contenido proteico, entonces uno se la juega con estas características”, concluyó el experto.