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Ganadería sostenible

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Conozca las cifras de la Hacienda El Porvenir, modelo de ganadería sostenible

por: - 31 de Diciembre 1969

En el municipio de San Diego, en el departamento del Cesar, se ubica la Hacienda El Porvenir, del ganadero José Félix Lafaurie Rivera, que a lo largo de los años y gracias al trabajo realizado se ha convertido en modelo de ganadería sostenible en el trópico bajo.

En el municipio de San Diego, en el departamento del Cesar, se ubica la Hacienda El Porvenir, del ganadero José Félix Lafaurie Rivera, que a lo largo de los años y gracias al trabajo realizado se ha convertido en modelo de ganadería sostenible en el trópico bajo.

En la gira virtual ganadera que comenzó la semana anterior, organizada por Fedegán-FNG se pudo conocer el trabajo que se viene realizando en esta finca en materia de sistemas silvopastoriles.

La orientación productiva de esta empresa ganadera es la cría de Brahman puro de alta genética, básicamente la raza gyr y nelore, bajo un manejo ambiental soportado en unos excelentes sistemas silvopastoriles.

El sitio donde se ubica el predio se caracteriza porque tiene dos periodos de lluvias, uno más marcado que otro y dos periodos de sequía. Los primeros se presentan de mediados de abril hasta mediados de junio y desde mediados de agosto hasta finales de noviembre.

Después de noviembre viene una sequía fuerte acompañada de vientos alisios lo que hace que las condiciones sean extremas. La topografía es plana, su pH oscila entre 6,5 y 7 y su estructura son suelos francos. (Lea: ¿Para qué pasar a una ganadería sostenible y cómo hacerlo?)

La hacienda tiene 182,5 hectáreas de las cuales 110 fueron destinadas para arreglos silvopastoriles intensivos, de estas la mitad están con árboles nativos, leucaena y pastos mejorados. Todos los sistemas silvopastoriles tienen cercas vivas. La otra mitad es en arreglo con maderables, en este caso con eucalipto.

Además, se tiene otra zona, que son dos hectáreas, de bancos mixtos de forrajes que hacen parte de la distribución silvopastoril de la finca.

Así mismo se tienen 58 hectáreas de pasto mejorado para la producción de heno y suplir las necesidades de forraje en el periodo seco, los cuales tienen árboles introducidos en el área para tener el modelo del sistema silvopastoril con árboles dispersos.

En la frontera norte de la finca se colinda con el río Cesar en donde se ha respetado el área de protección ribereña y hasta se ha mejorado introduciendo árboles de totumo para producción de fruto con el propósito de extraerlo y almacenarlo en ensilajes para poder suplir las necesidades diarias de los animales.

Igualmente, se tienen 2,5 hectáreas en instalaciones agropecuarias y viviendas para los trabajadores. (Lea: La sostenibilidad ambiental a partir de la ganadería es posible)

Según Lafaurie Rivera, por los prolongados veranos y por la influencia de vientos muy fuertes que agotan pasturas y generan condiciones impropias para el desarrollo de la ganadería, solo los sistemas silvopastoriles son capaces de mantener humedad de campo y condiciones agroecológicas para que la oferta ambiental no se agote en la época de verano que puede prolongarse hasta por seis meses.

En el año 2005, empezó a realizar los primeros ensayos para incorporar a la ganadería los sistemas silvopastoriles intensivos. La línea base era un entorno inhóspito, desierto y un primer análisis de suelos arrojó como dato principal que la materia orgánica era nula. Hoy, después de establecidos los primeros sistemas que fueron 55 hectáreas con árboles nativos, leucanea y pastos mejorados y la otra mitad incluyendo el árbol como maderable, un análisis de suelo es de 2,1 % de materia orgánica que es la que actúa como esponja en el suelo. Esto garantiza que la captura de agua permanezca por mucho más tiempo y soporte las condiciones extremas.

En la finca se hace un manejo de suplementación estratégica dependiendo del estado productivo de los animales. A los animales de cría y levante se les da matarratón para que el desarrollo de la rumia antes del destete y posterior al mismo como suplemento dietético

“Tenemos suelos con calidades exactamente iguales que bosques primarios y eso lo que permite es la generación de biomasa y la capacidad de respuesta de mejor forraje que es lo que indudablemente ha permitido hacer de esta una ganadería eficiente, rentable y sostenible”, indicó.

Por su parte, Leonardo Manzano, encargado de la explotación, manifestó que el establecimiento de este tipo de sistemas acelera la regeneración natural de los suelos, donde se hace una inversión alta inicial de acuerdo a la línea base. (Lea: La ganadería sostenible ayuda a enfrentar la crisis climática)

Las 110 hectáreas están delimitadas con cercas eléctricas y en promedio los potreros son de dos hectáreas y que por acueducto ganadero se pueden subdividir hasta en ocho partes. Dependiendo de la cantidad de grupos y de animales que se tengan el periodo de ocupación de la franja varía. El principio básico de pradera es que un periodo de ocupación no sea mayor a tres días y que sea bondadoso de acuerdo a la especie.

La finca pasó de cargas 0,8 ugg por hectárea a 3,2 ugg por hectárea que se tienen en la actualidad de acuerdo con el promedio de los últimos siete años.

La hacienda está destinada a la producción de genética con razas adaptadas a la región y que pueden mejorar los parámetros productivos y reproductivos. Se tienen núcleos de brahman gris, rojo, gyr y brangus y se pueden usar estas razas para sacar cruces F1 y ser un oferente de excelente valor genético para mejorar las ganaderías del entorno.

La oferta forrajera en el potrero se disminuye abruptamente durante la época seca y en este entorno con los sistemas silvopastoriles se logra mitigar llegando a perder hasta 50 % del forraje cuando en una situación normal de otra finca sería hasta el 90 %.

Las prácticas reproductivas están enmarcadas en un manejo protocolario desde que la vaca pare hasta que entrega la cría destetada. Las natalidades promedio de los últimos seis años es del 75 %, edad a la concepción de 26 meses, intervalo entre partos está entre 430 y 450 días. (Lea: ¿Por qué vale la pena hacer ganadería sostenible?)

Se utiliza inseminación artificial a tiempo fijo o a celo detectado y se tiene un stock de receptoras para transferencia de embriones. Las ganancias predestete pueden estar entre 750 y 770 gramos/día.